A casi 20 años de su matrimonio con Felipe de Borbón, Letizia Ortiz parece todavía no haberse acostumbrado a los protocolos reales, lo cual continúa sorprendiendo a los seguidores de la Corona Española, quienes se encuentran divididos entre el sector que ama a la ex periodista o bien la desprecia por completo.
Desde la integración de Letizia al reino de Asturias no han parado sus rebeldías en contra del protocolo, demostrando el gran carácter aguerrido que posee la ovetense, el cual parece haber sido heredado por la princesa heredera Leonor, quien no deja de demostrar su carácter humano y fuerte en cada una de sus apariciones públicas.
Sin embargo, como ya mencionamos, no muchos pobladores ven con buenos ojos la osadía de Letizia, por lo que los pasajes de desliz de la reina nunca pasan desapercibidos debido a la crítica.
Desde interrumpir a Felipe mientras habla hasta saltarse lo previsto en su agenda para visitar a su amiga la escritora Sonsoles Ónega son solo algunas de las faltas que ha cometido Ortiz Rocasolano y a las que esta semana se sumó una travesura sucedida en Aranjuez.
La última falta al protocolo de Letizia Ortiz
Sin importar que actualmente se encuentre sumida en un escándalo que daña su reputación, la reina Letizia no dudó en saltarse todos los protocolos en su última visita a al palacio de Aranjuez, a donde acudió para presidir la 31ª reunión del Consejo del Real Patronato sobre Discapacidad.
Saliendo del encierro en el que se encuentra sumida por supuesta tristeza, la reina consorte de España acudió al evento para entregar los Premios Nacionales de Discapacidad que llevan su nombre y que reconocen la labor de personas y asociaciones que trabajan por la inclusión y el respeto a los derechos humanos, tal y como ha comunicado la Casa Real.
Afortunadamente para el ánimo de la royal, todos los asistentes al encuentro formaron parte del grupo que la apoya incondicionalmente y no se topó con opositores, lo que finalmente la llevó a sentirse tan conmovida que olvidó todos los protocolos.
De acuerdo a los videos que ya circulan en internet, al abandonar el palacio, decenas de personas se encontraban esperando a la salida de Letizia, entre vítores, aplausos y porras en las que se escuchaba “¡Viva la reina!”, ante lo cual la soberana no pudo contenerse y a pesar de ya estar abandonando el lugar, pidió a su chofer y escoltas que pararan el vehículo para pararse a saludar a sus seguidores que la esperaban entusiasmados.
Parar de manera abrupta el vehículo, desafiar el frío el de la región y encima ponerse a tener contacto físico con quienes la idolatran fueron todas las correcciones que la prensa no pudo evitar hacer a Letizia Ortiz, una reina que ha demostrado que nunca dejará la sencillez que ha demostrado desde que salía en televisión.