En la década de los 80, Estefanía de Mónaco acaparaba los titulares de la prensa, por su imagen, su historial amoroso y sus propuestas musicales. La hija menor de Grace Kelly y el príncipe Raniero continúa con una actitud rebelde, pero ha despertado señales de alerta.
No se puede hablar de la dinastía Grimaldi sin recordar el estilo de Grace Kelly, el costoso vestuario de Charlène de Mónaco, la elegancia de Carolina ni omitir el glamour que desprenden Carlota Casiraghi, Beatrice Borromeo o Tatiana Santo Domingo.
Las presentaciones de la familia real monaguesca son como una pasarela de moda, salvo por un personaje: Estefanía de Mónaco, cuya imagen ha tenido una sorprendente transformación que podría llegar a titulares sensacionalistas del nivel de “no puedes creer como luce ahora la princesa rebelde de Mónaco”.
¿Señales de alerta por Estefanía de Mónaco?
Stéphanie Marie Isabelle Grimaldi, a sus 55 años, no se ve tan radiante como su hermana mayor, al contrario, su imagen podría ser considerada descuidada, con cortes de cabello poco favorecedores, ni una gota de maquillaje, lentes oftálmicos demodé y un look que pasa de lo austero a lo anticuado.
Mientras Carlota y Charlotte llevan las últimas tendencias de Chanel y Beatriz Borromeo presume las nuevas colecciones de moda de Dior, el guardarropa que Estefanía usa incluye ropa sport que pareciera que no es de ni siquiera de su talla correcta.
Recientemente, la disonancia de estilos de vestir de los miembros de la familia Grimaldi se hizo más evidente durante el tradicional Festival de Circo de Montecarlo, del que Estefanía es presidenta de honor. Y donde se hizo notoria su imagen que lejos de parecer modesta, parece desaliñada.
¿Qué le pasó a la princesa rebelde?
La vida de Estefanía de Mónaco no es la típica historia romántica de una princesa, la repentina muerte de su madre, Grace Kelly, en un accidente en el que ella estuvo presente, su espíritu rebelde que la llevó a incursionar en la música pop, una larga lista de amores, esposos y desamores, y tres hijos después, la vida de la royal monaguesca no es de cuento.
Uno de sus puntos bajos fue verla durante el Festival, con un gorro de lana en la cabeza, una sudadera con la palabra “staff” bordada y unos jeans rectos que demuestran su extrema delgadez.
Sabemos que el espíritu rebelde e intrépido de la royal no se deja influir por las tendendencias de moda y que, a lo largo de su trayectoria, ha aprendido a hacer caso omiso de las críticas.Durante el Festival de Circo de Montecarlo, que inició el 19 de enero y terminará el 28, Estefanía ha tenido un par de apariciones más, mostrando un mejor semblante y disfrutando de la compañía de sus hijos.