Cuando se trata del protocolo real, absolutamente todos los miembros deben apegarse a él. Y sí, eso también incluye a las personas que brindan cualquier tipo de servicio en el palacio, tal es el caso de las niñeras, quienes se ocupan de cuidar a los pequeños príncipes y princesas en el día a día y sobre todo, en eventos oficiales.
La última niñera conocida de la Familia Real Británica es María Teresa Turrión Borrallo, que llegó a la vida de Kate Middleton y William, cuando el príncipe George tenía apenas 8 meses de edad. Ella es española, tiene 53 años y es una verdadera profesional para proteger a los niños bajo cualquier circunstancia. En su caso, sabe tae-kwon do, tiene un entrenamiento anti-terrorismo, anti-secuestro, sabe manejar en condiciones extremas y por supuesto, tiene la habilidad de cuidar a los menores de los paparazzi.
En cuanto a las estrictas reglas, una de las más conocidas y polémicas, que al parecer ya no está en vigencia, es la que dictaba que la niñera no podía elegir cuándo casarse. La primera en supuestamente acatarla, fue la niñera de la reina Isabel II, llamada Marion Crawford, escocesa de 22 años que fue seleccionada por la Reina Madre para velar por sus hijas.
Las niñeras también tienen estrictamente prohibido hablar con la prensa, luego de que hace años, en un intento por colaborar en un artículo sobre la educación de la reina Isabel II, el resultado fuera verdaderamente desastroso.
Como se busca que el ambiente del palacio sea cordial, no hay espacio para las ofensas, por lo que también está prohibido que las niñeras sean groseras u ofensivas con otros trabajadores reales.
Y algo importante, sobre todo en la época actual, es que las niñeras deben tener claro su papel de “apoyo” y en ningún momento pueden “opacar” a la madre biológica de los príncipes.