Unas fotografías recientes de la princesa Leonor en su entrenamiento militar, nos remontaron justamente a la época en la que su padre, el rey Felipe VI, y quien en ese entonces era Príncipe de Asturias, inició su formación militar, al igual que ahora lo hace su hija mayor.
Cabe resaltar que este entrenamiento forma parte de la educación que, por tradición, debe recibir la persona heredera al trono español, por lo que en ambos casos, ser recluta del ejército es parte de su camino para ser monarcas.
En su caso, Leonor de Borbón apenas inició su formación militar a mediados de agosto y ahora que la Casa Real sacó imágenes de esta nueva etapa de la primogénita de Felipe, es inevitable no acordarnos del rey español cuando era joven y su paso por las 3 academias militares, la Academia Militar de Zaragoza, la Escuela Naval Militar y la Academia General del Aire de San Javier; y su hija seguirá el mismo rumbo en los próximos dos años.
En su momento, Felipe de Borbón también entró a la Academia Militar de Zaragoza a la misma edad de su hija, a los 17 años, y durante su estancia, se conocía que al príncipe se le solía reprender por su impuntualidad.
Mientras que dentro de su formación, a Felipe se le enseñaba, al igual que a todos, asignaturas de armamento, tiro, topografía o balística. En cuanto a los deportes, practicaba baloncesto, equitación y esquí en Candanchú.
Por otro lado, sus compañeros destacaban que el entonces heredero a la corona tenía una cierta obsesión “por ser tratado como uno más”.
También, recordemos que no solo estuvo en La General (como se le dice a la academia militar) pues también fue alumno en la Academia del Aire, así como de la Escuela Naval Militar, mismas instituciones a las que en su momento, Leonor tendrá que asistir como lo hizo su papá.
De hecho en varias fotografías del entonces joven Príncipe de Asturias, se ve como porta orgulloso sus respectivos trajes y que realizaba con entusiasmo sus actividades correspondientes.
Otro dato curioso sobre la educación militar de Felipe VI es que sus compañeros lo solían llamar ‘SAR’ por el tratamiento de Su Alteza Real, así como el ‘cadete uno más’ por su empeño e insistencia en ser tratado como uno más, y ‘Winston’, un apodo que se ganó por ser alto y rubio, como los cigarrillos Winston.