Desde 2020, el príncipe Harry y Meghan Markle residen en Estados Unidos y desde ese entonces no han dejado de estar bajo la mira del presidente Donald Trump, quien llegó a la Casa Blanca por primera vez en 2017.
Anteriormente el republicano había amenazado con deportar al príncipe Harry, después de que el royal confesó en sus explosivas memorias “Spare” que durante su adolescencia había consumido cierto tipo de drogas. Sin embargo, a un mes de su segunda investidura, Trump ha decidido que por el momento el duque de Sussex está a salvo y no será enviado de regreso al Reino Unido.
El presidente le dijo al New York Post el 8 de febrero pasado que “no está interesado en expulsar a Harry del país”. “Lo dejaré en paz”, dijo Trump sobre Harry. “Ya tiene suficientes problemas con su esposa. Ella es terrible”. Esta fue una de las declaraciones más polémicas que el político ha hecho en contra de la pareja, pero no ha sido la única.
La vez que Trump amenazó el príncipe Harry con quitarle su visa
En 2024, Donald Trump amenazó al príncipe Harry con quitarle la visa, en caso de que fuera demostrado que el duque mintió sobre su consumo de drogas al solicitar el documento.
En una entrevista con el político populista y cabecilla del Brexit Nigel Farage en la televisión GB News, Trump afirmó que no debería dar un tratamiento preferencial al hijo menor de Carlos III.
“Tendremos que ver si se sabe algo sobre las drogas, y si mintió habrá que tomar las acciones apropiadas”, dijo en aquel momento el magnate republicano.
Donald Trump llegó a llamar a Meghan Markle “desagradable”
El pleito entre Trump y la duquesa de Sussex data de 2016, cuando ella se refirió al político como “misógino” y “polémico”, incluso, aseguró que estaba dispuesta a mudarse a Canadá en caso de que el republicano resultara electo.
Posteriormente, el magnate se enteró de los comentarios de la ex actriz durante una entrevista con The Sun, Trump dijo que era la primera vez que los escuchaba."No lo sabía. ¿Qué puedo decir? No sabía que ella fuera tan mala”, dijo. Continuó diciendo que estaba contento de que ella se hubiera unido a la familia real y que creía que sería una princesa “muy buena”.
“Es muy bonito y estoy seguro de que lo hará excelentemente”, afirmó en ese momento.
Más tarde, en 2020, el mandatario cambió radicalmente de opinión y calificó a Meghan de “antipática” y “desagradable” en 2020, durante una visita a Londres durante su primer mandato, según reporta el diario El País.