La princesa Mette-Marit de Noruega forma parte del grupo de princesas que no nacieron con sangre azul, por lo tanto, su pasado se encuentra rodeado de matices, muchos de ellos muy polémicos, como el hecho de haber sido criada en solitario por su madre o el haber procreado un hijo con un convicto antes de su matrimonio con el príncipe heredero Haakon Magnus.
Mette-Marit nació el 19 de agosto de 1973 en Kristiansand, en una familia sin ascendencia noble, hija del periodista Sven Olaf Bjarne Høiby y Marit Tjessem, una empleada bancaria. Cuando tenía 11 años, sus padres se divorciaron y la princesa se quedó a vivir con su madre, quedando prácticamente desprovida de una figura paterna.
De cualquier manera, el tener a su padre dentro de su vida no hubiera sido la mejor opción para Mette-Marit, ya que Sven Olaf Bjarte Høiby era alcohólico e incluso llegó a ser condenado dos veces ante la justicia por violencia.
La relación de Mette-Marit con su padre nunca se reanudó de manera saludable, ya que, una vez que la princesa estuvo comprometida con el heredero, su padre, periodista de profesión, comenzó a explotar su cercanía con el reino para vender artículos amarillistas a la prensa sobre su hija y su nieto Marius Borg Høiby.
El embarazo en solitario de Mette-Marit de Noruega
Además de la conflictiva relación que la futura reina noruega tuvo con su padre, quien falleció en 2007 a causa del cáncer de pulmón, se suma a su lista de tragedias aquel primer embarazo que tuvo que vivir en solitario, con tan solo 24 años de edad.
Mette-Marit se embarazó por primera vez después de haber salido un tiempo con el también convicto Morten Borg, quien la abandonó una vez que supo que esperaba un hijo de él, ante lo cual la joven no tuvo más remedio que hacerse presente en un programa de TVNorge en busca de novio.
Otros episodios difíciles en la vida de Mette-Marit de Noruega
Además de los tristes pasajes mencionados, la vida de Mette-Marit ha contado con otros baches, como su diagnóstico con fibrosis pulmonar, del cual se supo en 2018 y del cual actualmente continúa recuperándose, después de que hace unas semanas reanudara su tratamiento, según lo informado por la Casa Real.
Por último, cabe mencionar la situación que ha marcado el 2024 de la princesa: la detención de su hijo mayor, Marius Borg, quien el mes de agosto pasado agredió física y psicológicamente a una de sus ex novias, por lo que ahora enfrenta a la justicia y podría permanecer un largo tiempo en prisión, como si su destino hubiera estado marcado por el de su padre y abuelo.