Conforme pasa el tiempo va quedando más claro que cada uno de los detalles presentes en la coronación del Carlos III, sucedida el 6 de mayo de 2023, contiene toda una razón e imponente historia detrás, ya que desde las invitaciones, hasta las joyas que portaron los representantes de la realeza durante tan importante día poseen un significado especial.
Tal es el caso de la corona que le fue otorgada a Camilla Parker, para hacer oficial su título como reina, la cual cuenta con toda una leyenda detrás, más allá del simple paso del objeto por generaciones.
Resulta que dicho símbolo emblemático, anhelado por tantos royals y que reposó sobre la cabeza de Parker Bowles durante aquel histórico día, perteneció originalmente a Maria de Teck, quien fuera la esposa del rey-emperador Jorge V y emperatriz consorte de la India entre 1910 y 1936.
La triste corona llegó a Camilla de manera “inesperada” como a María de Teck
Algo que tienen en común ambas reinas consorte es que ninguna parecía ser la siguiente en ocupar el reino. Sin embargo las jugadas del destino y los amores, las llevaron a pasar a la historia.
En el caso de María de Teck, ella no hubiera podido llegar a ocupar el trono de no haber sucedido la trágica muerte de su primer amor, el príncipe Alberto Víctor, hermano del rey Jorge V y quien falleció un 14 de enero de 1892, a tan solo un mes antes de su boda con María, debido a las complicaciones que le causó la gripe rusa, la enfermedad pandémica de la época.
Tras la triste muerte de su prometido, la entonces princesa María se despidió de su amor colocando sobre su ataúd la corona que tenía intención de lucir en su boda, la cual 131 años después cayó en manos de la polémica esposa de Carlos III.
¿Cómo María de Teck terminó siendo reina después de la muerte de Alberto Víctor de Clarence?
Poco tiempo después de la muerte de su amado, María fue unida con el hermano menor del heredero, Jorge VI, pues el dolor de la pérdida los había conectado de manera impresionante, creando en ellos aquella gran complicidad que los llevó al altar.
La pareja se comprometió en mayo de 1893 y dos meses después se casaron, aunque hasta la fecha no exista comprobación de que uno haya sido el amor de la vida del otro.
