La Casa Real española ha tomado una decisión sorprendente sobre el destino final de los restos del rey Juan Carlos I cuando llegue el momento de que este fallezca, un tema que tradicionalmente ha estado rodeado de solemnidad y tradición en la monarquía.
Por tradición, al morir, los monarcas españoles son enterrados en la Cripta Real del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, recinto mejor conocido como el Panteón de los Reyes. Sin embargo, todo parece indicar que este no será el destino de los restos del emérito, y ello se debe a un cuestión tanto histórica como práctica.
Este será el lugar en el que descansarán los restos del rey Juan Carlos
El Panteón de los Reyes enfrenta una limitación insoslayable: el espacio. Actualmente, se encuentra prácticamente lleno y no cuenta con capacidad para albergar nuevos sepulcros. Por lo que esta situación ha obligado al Palacio de la Zarzuela a considerar otras alternativas para el entierro del rey Juan Carlos y doña Sofía.
De hecho, la situación es tan crítica que ni los padres del emérito se encuentran en este panteón ya que ambos permanecen en un lugar llamado ‘putridero’, según lo asegurado por el medio Lecturas.
Sin embargo, ya se barajean varias opciones para cuando llegue este día. Una de ellas sería construir un anexo en El Escorial para que los restos de don Juan Carlos puedan ser trasladados ahí, ya que su voluntad es que este lugar siga siendo un lugar de descanso para los monarcas españolesque gobiernen en el futuro.
Mientras que medios como ‘Monarquía Confidencial’ señalan que, incluso, el Patrimonio Nacional ya dispondría de unos planos preliminares para construir un anexo en el panteón. “En Patrimonio conservan un proyecto arquitectónico, perfilado pero no aprobado, consistente en construir una nueva cámara real, también subterránea, conectada con el actual Panteón de Reyes”, dice el citado medio.
Aunque, por otro lado, el portal Vanitatis maneja la posibilidad de que se constuya un espacio en los jardínes del Palacio de la Zarzuela para los reyes venideros, dado que actualmente no hay espacio en el Panteón de los Reyes.
Pero, en cualquier caso, la cuestión del entierro de los reyes eméritos no solo es un tema logístico, sino también una declaración sobre cómo la monarquía española se ve a sí misma en el siglo XXI, en un delicado equilibrio entre tradición y modernidad.