Por lo general, cada vez que las royals viajan a otros países como parte de una visita oficial de Estado suelen empacar sus tiaras más glamurosas, ya que el protocolo así lo amerita. Sin embargo, existe un país donde el uso de este tipo de prendas quedó completamente abolido hace 25 años. Se trata de Francia, una nación donde la monarquía quedó abolida en 1792, cuando la Asamblea legislativa proclamó la instauración de la Primera República.
De acuerdo con fuentes como la revista People, desde el año 2000 las reinas no utilizan tiara en los banquetes de estado ofrecidos por los representantes del gobierno francés y los hombres tampoco tienen que acotarse a estrictos protocolos de vestimenta.
Para comprobar tal planteamiento, basta con voltear a ver el caso de la reina Mary de Dinamarca, quien recientemente visitó Francia al lado de su marido, el rey Federico X.
Otra de las reinas que tampoco ha portado tiara durante una visita oficial a Francia es Camilla Parker, esposa de Carlos III de Inglaterra, quien en 2023 acudió a un banquete de estado sin glamurosos accesorios.
Vale la pena recordar que Francia también es una república semipresidencialista sin una monarquía simbólica, lo que significa que el papel de primera dama de Birgitte no viene con una tiara o joyas de la corona.
¿Cómo fue la visita de Mary de Dinamarca a Francia?
Como ya lo mencionamos, la reina que más recientemente dio de qué hablar por aparecer vestida sin una tiara en una cena de Estado en Francia es Mary de Dinamarca, quien el pasado 31 de marzo aterrizó en París para una visita de Estado de tres días por invitación del presidente francés, Emmanuel Macron.
Tal y como lo menciona la revista Bunte, los reyes Mary y Federico fueron recibidos en el país por el Jefe de Estado y su esposa, Birgitte Macron. Fue entonces cuando ambas parejas participaron en una ceremonia oficial en Los Inválidos, y el primer día de su estancia culminó con una cena de Estado.
Si bien, durante la visita Mary no lució una ostentosa tiara, no dejó de verse glamurosa. Su Majestad, 53 años, portó una clásica diadema negra con un traje de falda color crema para la ceremonia de bienvenida y se cambió a algo más formal para la cena diplomática.
Durante la cena, la madre de cuatro lució simplemente hermosa con una blusa transparente y una falda larga con flores de colores, “superando incluso a su anfitriona en términos de moda”, sentenció la prensa alemana.