A pesar de su tradición milenaria, las monarquías europeas han ido evolucionando de acuerdo a nuevos preceptos sociales, anulando incluso algunos de los más arcaicos protocolos. Uno de los ejemplos más claros de este planteamiento es la anulación de matrimonios por convenio político, los cuales solían pactarse desde la infancia de los royals, obligándolos a casarse con alguien que realmente no amaban.
Afortunadamente para las nuevas generaciones, este planteamiento ha quedado atrás y ahora los miembros de la realeza son libres de elegir con quien casarse, incluso, si su ser anhelado no proviene de un linaje real.
Tal ha sido el caso de ejemplos vigentes como el de Fellipe VI de España, Guillermo Alejandro de Holanda, Alberto II de Mónaco, Carlos III de Inglaterra y Federico X de Dinamarca, quienes en algún momento fueron príncipes herederos que terminaron enamorándose de plebeyas cuyo destino desembocó en convertirse en reinas.
Letizia Ortiz, Máxima de Holanda y Mary de Dinamarca: cuatro mujeres destinadas a reinar
Letizia Ortiz
Vale la pena comenzar este listado con la polémica historia de la reina Letizia de España, quien en 2003, siendo una periodista divorciada, conoció al príncipe heredero Felipe de Borbón, viviendo una historia prohibida de romance que desembocó en una glamurosa boda celebrada el 22 de mayo de 2004.
El evento nupcial entre la ex presentadora de noticias de de TVE y el primogénito de la reina Sofía de Grecia pudo llevarse a cabo gracias a que desde 1978 en España se aprobó de manera constitucional la eliminación del requisito de que obligaba a los miembros de la Familia Real a casarse con otros royals.
Así, Letizia pudo convertirse en princesa de Asturias, para posteriormente convertirse en reina de España.
Máxima de Holanda
Máxima Zorreguieta es otro caso de ensueño dentro de la realeza, ya que siendo ella una ambiciosa economista argentina que residía en Nueva York, hizo todo lo posible por colarse en los círculos sociales más exclusivos hasta conocer al hombre que cambiaría su destino: el príncipe heredero de Orange, a quien conoció por medio de una amiga en común en España, concretamente en la caseta del Real Club de Andalucía en la Feria de Abril de Sevilla.
Si bien la reina Beatriz y demás miembros de la Corona aceptaron el noviazgo, la relación se convirtió en un asunto de Estado, el cual finalmente concluyó con la aceptación de Máxima dentro de la Casa Orange- Nassau.
Mary de Dinamarca
La australiana Mary Donaldson también forma parte del club de royals que antes de conocer a sus respectivos esposos llevaron una vida relativamente normal.
Mary conoció al príncipe Federico en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, en la Slip Inn, donde fue con unos amigos y se encontraron con un grupo de miembros de la realeza congregados ahí.
Mary recuerda que se encontró con Federico por casualidad, ya que decidió en el último momento aceptar la invitación de uno de sus compañeros de piso para conocer a unos españoles que participaban en los juegos. Eran dos sobrinos del rey español, además del príncipe Federico, el príncipe Joaquín, Nikolai de Grecia y Marta Luisa de Noruega.
Después del casual encuentro, la pareja intercambió números y mantuvo una relación a distancia por un tiempo, para finalmente concretar su compromiso en octubre de 2003.
Charlene de Mónaco, Rania de Jordania y Camilla Parker
Otras de las royals cuyo reinado no se encontraba predestinado son Charlene de Mónaco, Rania de Jordania y Camilla Parker, quienes actualmente se encuentran al frente de la Casa Real Grimaldi, la hachemita y la británica, respectivamente.
Estas mujeres también fueron una adhesión polémica a sus respectivos reinos. Sin embargo, poco a poco han ido ganando aceptación entre sus súbditos.
Como caso adicional a ellas, podemos contemplar a Kate Middleton quien siendo antes una joven de clase media, ahora está muy cerca de relevar a Camilla y convertirse en la reina consorte de Inglaterra.