La boda real entre el príncipe Harry, duque de Sussex y Meghan Markle se celebró en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor el 19 de mayo de 2018. A partir de ese momento, la vida del hijo menor de Carlos III cambió radicalmente, ya que, su famosa esposa californiana comenzó a influir en muchas de las decisiones cruciales respecto a la vida que hoy comparten.
Desde su nuevo lugar de residencia hasta la renuncia a sus deberes reales son solo algunas de las decisiones del príncipe Harry en las que influyó la ex actriz. Sin embargo, existen otras determinaciones impuestas por Markle que permanecen desconocidas. Por ejemplo, el hecho de que el duque decidió abandonar su pasión por la caza, debido a que a su esposa no le parecen correctas este tipo de actividades.
“Creo que Harry dejará de hacerlo porque a Meghan no le gusta cazar, así que sospecho que eso se acabó para él”, declaró en su momento la doctora Jane Goodall, en una entrevista ante Radio Times, después de reprochar el gusto de los hijos de Carlos III por disparar.
De esta manera, se ha informado que relacionándose directamente su pasión por la cacería, Harry tuvo que deshacerse de un par de sus posesiones más preciadas: dos rifles de caza hechos a mano, cuyo valor se estima en 50.000 libras.
¿Qué pasó con el par de rifles de los que se deshizo el príncipe Harry para dar gusto a Meghan Markle?
Al deshacerse de sus preciados rifles, el príncipe Harry cumplió dos cometidos a la vez: hacer sentir orgullosa a su esposa, quien está en contra de la caza, y cumplir con una razón ética muy importante.
Las armas dejaron de estar en manos del duque en 2020, después de haberse cerrado un trato privado con un hombre que deseaba los artefactos por su función y no precisamente por que le hayan pertenecido al hijo menor de Lady Di, según señala The Sun.
El medio citado acota que James Purdey & Sons, el comprador de los rifles, “no era consciente del hecho de que las armas de fuego Purdey tenían una conexión real”.
Al respecto, un fuente declaró ante The Sun :"Los compró porque los quería, no porque pertenecieran a Harry, pero se puso muy contento cuando se enteró", agregando que el nuevo propietario está “muy satisfecho con ellos, pero no es el tipo de persona que quiere alardear de su conexión con la realeza”.