Luego de que un juez ordenara prisión preventiva para Marius Borg, la prensa noruega ha puesto de nuevo el foco mediático en la princesa Mette-Marit, su madre, por la actitud que esta ha tenido desde que estallara el escándalo de su hijo de 27 años.
Recordemos que todo comenzó en agosto, cuando Borg fue detenido por la policía por agredir a una joven que resultó ser su novia. Después de este episodio, dos exparejas de Marius lo acusaron también de agresión y al poco tiempo volvió a ser detenido, por segunda vez, tras romper la orden de restricción al acercarse a una de las víctimas que lo acusó.
Mientras que esta semana, concretamente la noche del 18 de noviembre, la policía volvió a arrestar al hijastro de Haakon de Noruega tras ampliarse los cargos en su contra. Ahora se le acusa también de presunta violación a una joven, por lo que en la tarde del miércoles 20 de noviembre un juez le decretó prisión preventiva por una semana y, además, la prohibición de visitas.
La actitud ‘protectora’ de Mette-Marit de Noruega ante el escándalo de Marius Borg
Por otro lado, esta serie de sucesos solo han provocado que la prensa noruega critique fuertemente a la princesa Mette-Marit. Varios medios apuntan que la royal de 51 años ha tenido una actitud “protectora” ante el caso de su hijo, además del silencio que tanto ella como el príncipe Haakon han guardado desde que estalló el escándalo.
Según lo publicado anteriormente por el periódico ‘VG’, fue Mette-Marit la que advirtió a su primogénito que la policía se dirigía a su casa para arrestarle. “La Policía y Marius acordaron por teléfono reunirse en la escuela Jansløkka, cerca de Skaugum Estate, donde fue detenido. Después de la llamada telefónica transcurrieron 33 minutos, durante los cuales la princesa heredera, supuestamente, limpió la casa de su hijo y luego lo llevó al punto de encuentro”, relataron.
En tanto que Dana Press señaló que la princesa se habría puesto en contacto con la víctima. Un movimiento que el citado medio ha calificado como “un intento de presionarla”. “No se registró la casa porque Marius entregó voluntariamente su teléfono celular”, según la misma publicación y la cual también reveló que este móvil no solo no contenía tarjeta SIM sino que, además, estaba completamente roto.
Sin embargo, también medios noruegos han acusado a lo largo de estos meses que la princesa heredera tenía conocimiento de los delitos de su hijo. Aunque nada de ello ha sido comprobado por las autoridades. Pero lo que sí es verdad es que este escándalo pone en riesgo la sucesión del trono noruego, sobre todo porque ante estas acusaciones varios consideran que Haakon y Mette-Marit no serían aptos para ser reyes en un futuro.