La princesa Lilibet, hija del príncipe Harry y Meghan Markle, podría convertirse en la heredera de impresionantes joyas con un valor estimado en 410.000 libras esterlinas (aproximadamente 520.000 dólares), según expertos en joyería de la firma Steven Stone.
Maxwell Stone, experto líder en diamantes, explicó que esta fortuna incluye no solo piezas que pertenecieron a Lady Di, sino también algunas joyas que actualmente posee la duquesa de Sussex, Meghan Markle, informó la prensa británica.
Entre las piezas más destacadas se encuentra un lujoso reljo Cartier, valorada en 150.000 libras esterlinas (aproximadamente 190.000 dólares). Esta joya está compuesta por 18 quilates, adornado con 104 diamantes de talla brillante que suman 4,50 quilates y 52 diamantes de talla baguette que alcanzan los 5,61 quilates. Una pieza que ha acompañado en momentos importantes a Meghan Markle en los últimos años.
La joya que Meghan Markle usó el día de su boda y sería parte de la herencia de la princesa Lilibet
Maxwell Stone comentó: “sería una pieza conmovedora para que Lilibet herede y, tal vez, combine con su propio vestido de novia en el futuro”. Esta joya, por su diseño sofisticado y valor simbólico, sin duda ocuparía un lugar especial en la colección de la pequeña princesa.
El experto también destacó que, además del icónico brazalete Cartier, Lilibet podría recibir otras valiosas piezas que pertenecieron a su abuela, la princesa Diana. Estas joyas no solo representan una cuantiosa suma económica, sino también una herencia emocional y familiar que une a tres generaciones de mujeres en la realeza británica.
De concretarse esta herencia, la princesa Lilibet se convertiría en una de las depositarias de algunas de las joyas más icónicas y valiosas de la monarquía británica, garantizando que el legado de Lady Di continúe brillando en las futuras generaciones.