A sus escasos 9 años, la princesa Charlotte se ha convertido en una de los royals británicas más famosas de la moanrquía británica. Sin embargo, en los últimos meses ha rondado el rumor de que el título que ostenta actualmente podría cambiar o, incluso, desaparecer cuando su padre, el príncipe William, ascienda al trono de Inglaterra.
Según algunas versiones, la hija de Kate Middleton y William perdería su tratamiento de princesa ya que las leyes de la realeza estipulan que una dama real solo puede ser princesa si es hija de un príncipe o si está casado con uno.
Por lo que a partir de esta premisa, si en este momento William deja su título de príncipe para ser monarca, la pequeña Charlotte ya no tendría un padre príncipe sino rey, lo que haría que pierda el derecho en automático a ser llamada princesa, ya que por obvias razones la otra opción quedaría descartada.
Charlotte no perdería su título de princesa
Sin embargo, nueva información sugiere que ello no tendría que ser así ya que, en 2012, la fallcecida reina Isabel II redactó una patente real que decía que todos los hijos e hijas del heredero/a al trono de Inglaterra serían príncipes y princesas. Lo cual ello quiere decir que Charlotte sí conservaría su título de princesa.
Por otro lado, cabe recordar que la pequeña nació el 2 de mayo de 2015 bajo el título de princesa Charlotte de Cambridge, ya que en ese entonces sus padres solo eran los duques de Cambridge. Mientras que desde 2022 que falleció Isabel II, la niña pasó a ser princesa Charlotte de Gales ya que fue cuando sus progenitores se convirtieron también en príncipes de Gales al ser los herederos directos al trono de Inglaterra.
Aunque pese a toda esta información todavía hay quienes aseguran que sí podría perder este tratamiento principesco y que podría tener un rol menos importante en la Familia Real Británica.
Sin embargo, también es cierto que, con su padre en el trono, Charlotte podría recibir otro título nobiliario acorde a su posición como hija del monarca, aunque el título de “princesa” llegara a quedar en el pasado. A la reina Isabel le correspondió elegir algunos títulos para su hermana y sobrinos, y es posible que William haga lo mismo por su hija, asignándole un título propio si considera prudente mantener su estatus en la corona inglesa.