Aunque ahora todo parece “miel sobre hojuelas” para la Familia Real danesa, después de que se diera por concluido el caso “Genoveva Casanova” y la estabilidad del reino pareciera haber alcanzado su punto más alto en muchos meses, la realidad es que algunas cosas aún podrían estar inconclusas tras la abdicación de Margarita II.
El cabo suelto que ha quedado para la familia de Federico de Dinamarca tiene que ver con la decisión tomada en 2022 por la reina Margarita acerca de retirar los títulos reales a los cuatro hijos de Joaquín de Dinamarca: Nicolás, Félix, Henrik y Athena, quienes solo conservaron sus nombramientos como condes de Monpezat.
En el pasado, Margarita II justificó la decisión de retirar el tratamiento de “Altezas Reales” a sus nietos con el fin de “optimizar la monarquía” y librarlos del gran peso que significa formar parte de la realeza. Sin embargo, las consecuencias de esta decisión alcanzaron también a la familia de Federico X.
¿Qué tiene que ver la reina Mary Donaldson con el retiro de los títulos de los hijos de Joaquín de Dinamarca?
Ante la voluntad de la entonces soberana, por retirar sus títulos a todos aquellos miembros de la familia que no fueran protagonistas de la línea sucesora, la ahora reina Mary Donaldson optó por hacer una promesa en gesto de solidaridad con los hijos de su polémico cuñado Joaquín.
Después de algunos meses de haberse suscitado el anuncio y de que la tensión entre la familia real creciera, la esposa de Federico optó por prometer, ante la misma lógica de “optimización”, la renuncia a sus títulos de sus dos hijos menores: los mellizos Vincent y Josephine.
Para Mary, los mellizos, tendrían nula posibilidad de acceder al trono, pues actualmente, con trece años de edad, ocupan el cuarto y quinto lugar en la línea de sucesión, por lo que conservar sus títulos no responde necesariamente a una obligación.
Esa misma lógica plantea que las únicas personas imprescindibles para la monarquía danesa son: los actuales reyes, Federico X y Mary, el primogénito de la pareja real, el príncipe Christian de Dinamarca, quien tras cumplir los 18 años de edad ya es oficialmente el heredero y asumiría el trono si algo le sucediera a su padre, y, en últimas instancias, la princesa Josephine de Dinamarca, quien entraría al juego en caso de que algo inesperado sucediera con su hermano mayor.
Cabe destacar que la polémica promesa de Donaldson fue hecha antes de que la reina decidiera adelantar el reinado de Federico, por lo que ahora no queda claro si, después de haber recibido la Orden del Elefante, los mellizos conservarán sus títulos.