¿Quién dijo que la vida se termina a los 50 años? La duquesa es prueba del `segundo aire´
Ya no soy la duquesa de Pork -dijo Fergie, duquesa de York, aludiendo al despectivo nombre que la comparaba con un pork (cerdo), cuando estaba más gordita-, mientras celebraba su última pérdida de 25 kilos (55 libras) de peso, en una de sus apariciones televisivas en los Estados Unidos, en la que vendió el aparato de hacer jugos que ha inventado para la cadena QVC.
Esa noche, como podrán imaginarse, se vendieron cientos de cientos de la juguera milagrosa. Fergie, con su cuenta de banco más abultada y una sonrisa de oreja a oreja, ha empezado una nueva etapa en su vida, la de empresaria, y agradece al público estadounidense, que llama con mucho cariño al canal cuando ella está en el aire, ya que la gente se siente feliz de poder hablarle.
?Al fin puedo dejar atrás las crueles bromas sobre mi gordura, cuando llegué a pesar 101 kilos (224 libras) y no podía mirarme en el espejo porque me daba vergüenza. Sufría mucho y, aunque me reía, era una persona con muchos problemas?, comenta Fergie, mientras explica que el cariño de los estadounidenses le ha ayudado a recobrar ?la confianza en mí misma que tanto necesitaba?.
Aunque su fuerte acento británico a veces hace que los oyentes no la entiendan muy bien, comienza a hablar en el aire de su soñada vida como nuera de la reina Isabel II de Inglaterra, de su maravilloso exmarido, el príncipe Andrés, y de sus hijas, las princesitas Beatrice y Eugenia, para que nadie olvide sus conexiones con los royals. Y aunque Fergie necesita de esa relación y la usa continuamente, Estados Unidos es muy importante para ella, pues su hija Beatrice ha comenzado a trabajar en una compañía de finanzas en Nueva York, adonde viajará a menudo a verla, aunque Eugenia ya regresó a vivir a Londres.
Durante muchos años, Fergie fue la vocera de los Weight Watchers y se rumora que le pagaban 3 millones de dólares al año por el compromiso de trabajar para ellos ?solo 25 días al año?. Pero después la duquesa engordó de nuevo, dejó atrás los Weight Watchers, y ahora asegura que los smoothies y licuados hechos en su fabuloso blender han sido la razón de su nueva pérdida de peso.
La juguera Fusion Xcelerator, de su línea Duchess Discoveries; una colección de velas perfumadas para Slatkin; la compañía Ginger & Moss, que vende una amplia línea de tés de su creación; la expansión de su negocio como autora de libros infantiles, entre ellos Budgie the Little Helicopter; un sitio web de ventas y muchos otros negocios son parte de su nueva vida a los 56 años.
Todo esto ocurre cuando ha dejado para siempre las habitaciones que usaba desde 1996 en el Royal Lodge, de Windsor, la casa de campo de su exmarido, y se ha mudado a un pequeño apartamento alquilado en Londres (?donde tendré una oficina?) y a un chalet en el resort de esquí de Verbier, Suiza ?propiedad de Andrés y de sus hijas?, valorado en 25 millones de dólares, donde se comenta que ha decidido radicarse, porque quiere vivir allí con su nuevo enamorado, el españolirlandés Manuel Fernández.
De 47 años, este guapo y rico entrepreneur del mundo de Internet, y director ejecutivo de la compañía de cine Braveheart Films, viste siempre muy a la moda. Fergie ha pasado con él varias vacaciones en resorts de lujo en los últimos 18 meses, y comparten muchos pasatiempos y la dedicación a las organizaciones de caridad.
?Por primera vez desde mi divorcio hace 20 años soy una mujer independiente. Quiero ganar dinero y saber explotar el lado de empresaria que hay en mí?, comenta una feliz Fergie.Y si el muy apropiado eslogan de su línea de tés Tomemos té con la duquesa es una prueba de ello, sin duda tendrá mucho éxito.Y si no lo llega a tener... nadie se preocupa por la pelirroja Fergie, quien contra viento y marea siempre cae de pie, pues ha tenido muy buena suerte.