La sorprendente longevidad y la poca disposición para abdicar al trono de la fallecida reina Isabel II mantuvo latente entre la población mundial la duda acerca de si en algún momento el príncipe Carlos III lograría gobernar al Reino Unido. Sin embargo, y para sorpresa de muchos, el hijo mayor de Isabel logró conocer las mieles del reinado, aunque de manera tardía, ascendiendo al trono a los 74 años.
El glamoroso evento, organizado para que el primogénito de Felipe de Edimburgo asumiera el mando ante los ojos de todo el mundo, tuvo lugar el 6 de mayo de 2023 y contó con un aproximado de dos mil invitados, quienes recibieron en sus buzones una peculiar invitación.
Con el destino marcado en la abadía de Westminster y con un esplendoroso diseño primaveral fueron impresas todas las invitaciones físicas para uno de los eventos más importantes en la historia contemporánea de la monarquía británica, lo cual dio como resultado el curioso apodo que se le otorgó a dicho acontecimiento histórico.
Las invitaciones para la coronación marcaron el popular apodo del evento
Con cuidadoso detalle fueron diseñadas todas las ilustraciones que acompañaron al elegante volante de invitación para el gran día del primer hijo de Isabel II, dando como resultado un boceto lleno de simbolismos ingleses, finamente trazados por el artista heráldico e iluminador de manuscritos Andrew Jamieson.
Entre las las emblemáticas ilustraciones que acompañaron a la interesante solicitud de asistencia, se encontraron varios elementos inspirados en la literatura céltica, tales como motivos florales medievales e insectos que fácilmente pueden observarse dentro del paisaje inglés durante la temporada veraniega y primaveral, la cual fue la época en la que fue coronado el ahora monarca.
También, la totalidad del diseño tuvo como elementos principales la distinción de los escudos de armas del padre de Carlos, Felipe Mountbatten, y el del Mayor Bruce Shand, padre de Camilla, ya que no se debe olvidar que aquel día también Parker Bowles asumió el trono como reina.
Sin embargo, el detalle que más tomó protagonismo y por el cuál se le otorgó ese apodo al distinguido evento fue un hombre verde pintado a mano con acuarela y gouache, el cual representa un ícono del folklore británico, con un significado relacionado con el renacimiento, lo cual marcó la inauguración de una nueva etapa para el reino.
“El hombre verde” en la cultura británica
Es común ver este tipo de imágenes esculpidas en fachadas de edificios, siempre acompañando el rostro del hombre con enredaderas o ramas, lo que representa a la primavera y a la naturaleza en general.
Siempre suele representarse a el “hombre verde” rodeado de margaritas, lirios, orquídeas, violetas y también de fauna como mariposas y mariquitas. lo cual tiene que ver con el ideal de paz del reino.