Este 12 de febrero se cumple una semana exacta desde el momento en el que el rey Carlos III informó, a través de un comunicado emitido por el palacio de Buckingham, que, como parte de los procedimientos que se le fueron realizados tras su cirugía de próstata se le fue diagnosticado un tipo de cáncer.
Si bien, el anuncio del rey resultó transparente, para evitar la especulación, cabe mencionar que no deja de tener aristas difusas, ya que, el comunicado sobre la enfermedad del rey no precisa exactamente en qué parte del cuerpo del monarca se alberga la enfermedad, ni tampoco a qué clase de tratamiento se someterá para recuperar la salud.
El hermetismo al respecto no ha dejado tranquilos a los seguidores de la Casa Real británica, por lo que algunos medios de comunicación han hecho incontables esfuerzos para poder dar respuestas concretas acerca de la salud del monarca.
Un experto revela que pronto podríamos saber qué tipo de cáncer padece el rey Carlos III
Como parte de los esfuerzos de la prensa por saber la razón por la que el monarca del Reino Unido no ha dado detalles acerca de su enfermedad, la revista People ha consultado a Robert Hardman, biógrafo real para saber las posibles causas del misterio que rodea la salud del primogénito de la reina Isabel II.
“Con el tiempo podríamos saberlo”, fue la única declaración que el experto ha dado al medio citado, agregando que “por ahora, existe la sensación de que han sido bastante abiertos”.
El hermetismo histórico de los Windsor sobre sus asuntos médicos
La razón por la cual el rey Carlos III ha guardado en celoso secreto los detalles sobre su enfermedad podrían tener que ver con una tradición milenaria de los Windsor, en la que está completamente prohibido revelar cuales son los padecimientos médicos que aquejan a los miembros representantes de la monarquía, tal y como ha sucedido con Kate Middleton recientemente.
Por ejemplo: el diagnóstico de cáncer de pulmón del rey Jorge VI se reveló sólo después de su muerte en 1952. Mientras que la noticia de la operación de pulmón de la princesa Margarita en 1985 no se dio a conocer sino hasta después de que el riesgo de la cirugía había pasado.
Otros asuntos médicos de la Corona inglesa que se han mantenido bajo secreto han sido la histerectomía de la reina Camilla en 2007 y el misteriosa “cirugía abdominal” a la que se sometió el príncipe Felipe en 2013.
A su vez, aún no se sabe a ciencia cierta cuáles fueron las causas del fallecimiento de la reina Isabel II, por lo que no resulta inédito el hecho de que Carlos III se haya atenido a sólo aclarar que el cáncer que padece no es de próstata.