Mientras la visita del príncipe Harry al Reino Unido en febrero auguraba que podría existir una reconciliación con la Familia Real, ahora ha trascendido que Carlos III y su hijo mayor, el príncipe William, estarían preparando un plan con el que dejarían fuera de la corona británica al duque de Sussex.
Recordemos que a principios del mes pasado se dió a conocer que el rey británico había sido diagnosticado con cáncer tras una operación de próstata, por lo que al enterarse de la situación, Harry decidió viajar desde California hasta Londres para acompañar a su padre.
El príncipe Harry, fuera de la corona británica
Ha sido el experto en realeza Tom Quinn el que ha contado en su columna en The Mirror que el monarca ya estaría trabajando en la planeación de la sucesión con su primogénito William, y que esto sería un asunto altamente “secreto”. También relataba que el príncipe de Gales está “en el centro de todo el proceso” y que, en cambio, su hermano menor no figuraba como parte de la monarquía.
Esto se debe, según el experto, a que “nadie confía en Harry” por “la sencilla razón de que si se siente de alguna manera menospreciado o no se le da lo que cree que merece irá directamente a los medios”.
Así pues, esta nueva información que ha trascendido desde la prensa británica sugiere que, con ello, no habría algún lugar o hueco destinado para el esposo de Meghan Markle dentro de la corona inglesa debido a sus polémicas declaraciones en medios, en las que no ha dudado en hablar mal de su familia, afectando así la reputación e imagen de la realeza.
La breve reunión de Carlos III y el príncipe Harry
Por otra parte, cuando el duque de Sussex visitó el Reino Unido en febrero para conocer de primera mano la salud de Carlos III por su enfermedad, propuso una inesperada condición para reunirse con él, según lo que reveló la periodista Petronella Wyatt a The Telegraph.
“Harry, según he oído, prefería no estar en la misma habitación con su madrastra cuando hablara con el Rey sobre su diagnóstico de cáncer”, relató al citado medio.
Asimismo, esta breve reunión entre padre e hijo generó cierta especulación de que podría existir una reconciliación del royal de 39 años con el resto de los Windsor; sin embargo, parece ser que este acercamiento en realidad estaría muy lejos de darse, según apuntan otros expertos.