El príncipe William, caracterizado siempre por su simpatía y transparencia, rompió el silencio y confesó la historia que esconde detrás de sí una de sus más características marcas corporales: la cicatriz de su frente, la cual él mismo ha comparado con la cicatriz de Harry Potter, un personaje, que contrario al royal, desde su nacimiento tuvo una especial distinción sobre su entrecejo.
Muy alejada de ser una marca genética de nacimiento, el primogénito del Carlos III ha lucido, casi desde que tenemos memoria una notable cicatriz en su frente, la cual en ocasiones logra pasar desapercibida gracias a las condiciones de la iluminación, sin embargo, en otras, es súper evidente y despierta la curiosidad de todos quienes se dan cuenta de su presencia en el rostro de Su Alteza.
Dicha cicatriz se trata de una huella derivada de un terrible accidente que sufrió el príncipe, cuando tan solo tenía 13 años de edad, el cual, según su propio relato, hizo que permaneciera unos cuantos días en el hospital.
¿Qué le pasó al príncipe William en la frente?
Fue durante una visita a la start-up sostenible Notpla, especializada en envases sostenibles y ganadora del premio Earthshot 2022, en el encuentro del futuro rey con el fundador de la empresa, Pierre Paslier, cuando se reveló la curiosa anécdota que hay detrás de su gran cicatriz en la frente.
En el momento en el que el empresario se dispuso a mostrarle al royal una camiseta de golf fabricada con algas, el príncipe expresó sorpresivamente su rechazo hacia este deporte.
“Mientras el príncipe miraba la camiseta, le pregunté si le gustaba jugar al golf. Señalando la cicatriz, me contestó sonriendo: ‘¡Nada de golf para mí! ¡Nada de golf para ella!’ (señalando a la cicatriz)”, fue el diálogo que sostuvieron, de acuerdo con las declaraciones hechas por Paslier a la revista People.
Más tarde, William se dispuso a relatar que la razón por la cual sentía aversión por ese popular deporte tiene que ver con una anécdota de la infancia.
El príncipe comentó a su interlocutor que cuando tan solo era un adolescente, durante un partido, un amigo le golpeó accidentalmente en la frente con un palo de golf con tanta fuerza que acabó en el hospital. “Solo me acuerdo de que estábamos mi amigo y yo en el green, entonces apareció de la nada un hierro 7 y me golpeó en la cabeza”, contó Su Alteza Real.
“Es como la cicatriz de Harry Potter, a veces se pone roja y la notas más, otras en cambio ni se ve”, precisó con simpatía.