La boda real del príncipe William y Kate Middleton se celebró en la abadía de Westminster el 29 de abril de 2011. Ese día, la princesa se atrevió a romper una tradición de 350 años de antigüedad con tal de lucir espectacular.
De acuerdo con el documental “William & Kate: The Journey”, las autoridades reales animaron a Kate a llevar el pelo recogido, algo a lo que ella se opuso firmemente, logrando su cometido de acudir a su boda con cabello suelto, algo que no había sucedido desde hace siglos.
En el documental, la experta en realeza Ashley Pearson declaró: “Fuentes reales me informan que la realeza le indicó con insistencia a Kate que preferiría que llevara el pelo recogido para esta ocasión tan especial”.
El diario británico The Express señala que dentro del ámbito real es costumbre que las novias lleven el pelo recogido el día de su boda. Al respecto, Pearson añadió: “Kate estaba decidida a llevar el pelo suelto con largos rizos, que es su forma favorita de llevarlo y, de hecho, también la favorita de William”.
Finalmente, los cabellos castaños oscuros de Kate lucieron sueltos e increíbles con la tiara Halo de Cartier de la Reina Madre.El encargado del look nupcial de Kate fue el estilista real James Pryce, de Richard Ward Salon.
¿Qué otra tradición real rompió Kate Middleton el día de su boda con el príncipe William?
De acuerdo con The Express, el príncipe William y Catalina también rompieron con la tradición de tener una lista de invitados limitada, ya que ellos optaron por invitar a sus propios amigos. En declaraciones al documental de la BBC “Boda Real: Un Día para Recordar”, la experta en realeza Roya Nikkhah afirma que el príncipe se sintió confundido cuando le entregaron la lista sugerida de invitados y se dio cuenta de que ni él ni su prometida conocían realmente a nadie de la lista.
“Cuando se elaboró la lista de invitados, William se quedó muy desconcertado y conversó con la Reina para decirle: ‘No conozco a ninguna de estas personas’”, explicó Nikkhah.
La experta acota que a ni a William ni a Kate les hacía gracia tener que recibir a desconocidos en su boda, por lo que solicitaron la autorización de la reina Isabel II para romper esa regla real.
Según el documental citado, la fallecida reina simplemente le dijo a William: “Rompe esa lista, empieza por donde quieras e invita a quien quieras”. Y así lo hizo, junto con su amada.