En vista de que la hermanastra de la duquesa de Sussex no le dio ni un respiro durante su embarazo, no resulta demasiado sorprendente que ahora haya vuelto a la carga coincidiendo con el día en que se espera que Meghan y Harry compartieron la primera imagen de su retoño al mismo tiempo que revelaron su nombre.
En esta ocasión, Samantha Markle visualizó considerablemente el tono de sus declaraciones si se compara con las ocasiones anteriores en que acusó a la antigua actriz de ser una ‘arribista social’ que había abandonado a su suerte a su padre Thomas, quien por su parte también concedió una considerable cantidad de exclusivas en las que ha llegado a mostrar incluso la carta que su hija le envió suplicándole que dejara de hablar con la prensa.
Guarda una esperanza
A pesar de ese historial de desplantes y ataques unilaterales, ahora, Samantha espera que la llegada del ‘bebé Sussex’ sirva para acercar posturas entre la esposa del príncipe Harry y los Markle.
“En términos genéticos, todos hemos realizado nuestra contribución a ese maravilloso niño que muy probablemente crecerá para convertirse en un hombre excepcional y nos gustaría que todos pudiéramos comportarnos como si fuéramos una gran familia. Sería muy agradable que pudiéramos actuar como si no hubiéramos escuchado todo lo que se dijo o escribió, y permitir en su lugar que él nos conozca y juzgue por sí mismo. Me gustaría que supiera que tiene una gran familia y que forma parte de un momento histórico increíble y que estamos muy emocionados ante su nacimiento. Nos alegramos mucho por Meg y Harry; sé que yo me alegro mucho por ella”, aseguró en una nueva entrevista al portal DailyMailTV en la que afirma que, pese a todo, sigue queriendo a Meghan y le gustaría que tuviera presente que cuenta con gente que la aprecia y se preocupa por ella en Estados Unidos.
El principal deseo de Samantha -que no habla directamente con la duquesa de Sussex desde 2008- y la ‘excusa’ para que haya vuelto a charlar con los medios británico es tratar de convencer a Harry y Meghan de que perdonen a Thomas por sus ‘indiscreciones’ pasadas, que incluyen vender fotografías de su día a día y de la infancia de su hija a los paparazzi, para permitirle conocer a su nuevo nieto.
“Me encantaría que pudiera formar parte de la vida de ese bebé", reconoció antes de enviar un mensaje directo a la nueva mamá: “Pero sobre todo, Meg, también es su bebé".