Por más increíble que suene, el destino de la Familia Imperial japonesa es incierto, debido a que no existe un heredero oficial al trono. Esto porque el emperador Naruhito y su esposa, la emperatriz Masako, solo tuvieron una hija mujer: Aiko de Toshi. Sin embargo, la Ley Sálica en Japón aún no se ha derogado, por lo cual peligra la línea de sucesión.
No se tiene certeza de si en un corto plazo serán cambiadas las leyes de sucesión niponas. Sin embargo, en caso de no extinguirse la ley sálica, aún existe la esperanza de que el príncipe Hisahito pueda ocupar el trono y salvar al imperio, engendrando herederos.
Hisahito es el hijo menor y único varón de los príncipes Fumihito y Kiko de Akishino; y es el sobrino menor del actual emperador de Japón Naruhito. Hisahito es segundo en la línea de sucesión para convertirse en emperador de Japón, por detrás de su padre.
El caso de Hisahito resulta particular, ya que él se trata del primer varón nacido en la familia imperial japonesa desde el nacimiento de su padre, 41 años antes.
Hasta el momento, la ley Sálica en Japón no solo impide reinar a las mujeres, también les impide engendrar posibles herederos. Sin embargo, esto podría cambiar para preservar el imperio, el cual se encuentra escaso de hombres.
¿Por qué se dice que Hisahito de Japón es la última esperanza del imperio?
Poco a poco la Familia Real japonesa ha ido perdiendo a sus miembros, ya que sus estrictas leyes han hecho que sus representantes desistan de querer pertenecer a la institución.
Por ejemplo, debido a que los designios reales impiden que los royals japoneses se casen con plebeyos, en los últimos años, ocho princesas han perdido su estatus real al enamorarse de hombres sin ningún título de la nobleza.
Actualmente, solo cuatro hombres entre los 17 miembros de la familia del emperador Naruhito pueden heredar el trono, entre ellos Hisahito, quien de llegar a ser emperador, daría continuidad a la línea de sucesión.
¿Cuál es el estatus actual de las leyes de sucesión para la Familia Imperial japonesa?
Actualmente, y desde 1947, existe en Japón la ley sálica que otorga preferencia de sucesión al trono del Crisantemo al varón y excluye a la mujer. Con el nacimiento de la princesa Aiko de Toshi, en 2001, y sin ningún futuro heredero varón en la familia, el gobierno japonés barajó la idea de reformar la ley de sucesión al trono para que Aiko pudiese ser la futura emperatriz.
Diversas encuestas realizadas en el país apuntaron que un 84% de los japoneses se mostraron a favor de que las mujeres puedan heredar el trono.
Sin embargo, dicho cambio de ley se paralizó cuando en 2006, la princesa Kiko de Akishino, esposa del príncipe Fumihito, dio a luz a un varón. Tras el anuncio de abdicación del emperador Akihito en 2017, diversos parlamentarios instaron al gobierno a debatir sobre una posible reforma de la ley sucesoria debido a la escasez de herederos.
Actualmente, solamente el príncipe Masahito de Hitachi, el príncipe Fumihito de Akishino, y el príncipe Hisahito de Akishino forman parte de la línea sucesoria.