La Navidad en la familia real británica es un evento cargado de tradiciones cuidadosamente preservadas a lo largo de generaciones. Entre ellas, hay una costumbre peculiar que sorprende incluso a los más fieles seguidores de los Windsor: el príncipe William y Kate Middleton desayunan por separado en la mañana del 25 de diciembre. ¿La razón? Un estricto protocolo que sigue vigente desde tiempos del rey Eduardo VII.
En la residencia de Sandringham, donde los miembros de la realeza británica se reúnen para celebrar la Navidad, se observa un horario meticuloso que regula cada aspecto de esta festividad. Una de las tradiciones más arraigadas es que los hombres y las mujeres desayunen en habitaciones separadas antes de los eventos del día.
Así, mientras los hombres suelen disfrutar de un desayuno más sustancioso, que incluye platos como huevos revueltos, salchichas y pescado ahumado, las mujeres optan por opciones más ligeras, como fruta, yogur y tostadas.
¿Por qué los príncipes de Gales desayunan por separado?
Este desayuno separado tiene un propósito práctico además del ceremonial. Sirve como preparación para la misa matutina a la que asiste la Familia Real. La tradición busca garantizar que todos los miembros lleguen a tiempo, ya que después del servicio, el día transcurre con actividades compartidas, como un almuerzo formal y el intercambio de regalos.
Aunque puede parecer extraño que William y Kate pasen las primeras horas de la Navidad separados, este protocolo no es nuevo. Se remonta a los días del rey Eduardo VII, quien estableció esta separación para dar un respiro a las mujeres en la mañana antes de los eventos oficiales. A pesar de que los tiempos han cambiado, esta tradición sigue siendo una parte distintiva de las festividades navideñas reales.
Después de la misa, la familia regresa a Sandringham para disfrutar de un almuerzo que incluye platos tradicionales como pavo asado. Más tarde, se reúnen para ver juntos el discurso navideño del monarca, transmitido a nivel nacional. Este día es una mezcla de formalidad y momentos familiares que refuerzan el simbolismo de unidad y tradición en la Casa de Windsor.
Aunque la idea de desayunar por separado puede parecer un detalle menor, es un ejemplo más de cómo las tradiciones reales moldean la vida cotidiana de los miembros de la familia más observada del mundo. En este caso, simboliza el equilibrio entre el protocolo y la convivencia familiar que define la Navidad en Sandringham.