Los incendios forestales que asolan California han puesto en alerta no solo a los residentes locales, sino también al príncipe Harry y Meghan Markle. Esto debido a que la zona en la que viven se mantiene bajo alerta ante la posibilidad de que las llamas se extiendan por el estado.
Los duques de Sussex, que residen en Montecito, una exclusiva zona del condado de Santa Bárbara, están bajo amenaza ya que los incendios siguen propagándose por la región. Si bien el fuego no ha llegado hasta aquella zona, la pareja y sus hijos, Archie y Lilibet podrían ser evacuados en cualquier momento para salvar sus vidas. Aunque de no hacerlo, la Familia Real Británica podría enfrentarse a una tragedia nunca antes vista en su historia.
La casa de Harry y Meghan, bajo riesgo
La residencia de la pareja está situada en una región conocida por su belleza natural, pero también por su vulnerabilidad ante los incendios forestales. Sin embargo, este año, los vientos de Santa Ana, que alimentan las llamas, han sido especialmente intensos, complicando los esfuerzos de los bomberos para contener el fuego. Aunque Montecito aún no ha sido alcanzado directamente, las autoridades han emitido alertas de evacuación en zonas cercanas.
A pesar de la incertidumbre, los Sussex no han permanecido al margen. El príncipe y su mujer han colaborado con organizaciones locales de ayuda humanitaria, ofreciendo recursos y apoyo a las familias desplazadas por los incendios. También han donado suministros esenciales para las comunidades afectadas, a través de su fundación Archwell.
¿Qué dice la Familia Real Británica de los incendios en California?
Por otro lado, se desconoce si la Familia Real se ha puesto en contacto con los Sussex y tampoco ninguno de sus miembros se ha pronunciado públicamente al respecto, aunque seguramente siguen de cerca esta situación desde el otro lado del continente.
Sin embargo, la posible pérdida de la residencia de Harry y Meghan no solo representaría una tragedia personal para la pareja, sino que también generaría una gran preocupación para la Familia Real Británica, ya que más allá de su distanciamiento, el duque sigue formando parte de ella, independientemente de que sea un miembro inactivo.
Aunque el destino de la pareja sigue siendo incierto en este momento, este capítulo no solo pone a prueba su resiliencia, sino también su compromiso con las causas que han hecho suyas desde que dejaron atrás su vida real en el Reino Unido.
