Es difícil imaginar que la realeza pueda tener problemas de dinero, sin embargo, para esta Casa Real Europea, se trata de una realidad, por lo que esta es la estrategia que busca poner en marcha para combatir la situación.
De acuerdo con The Objetive, la Casa Real Sueca, con el rey Carlos Gustavo de Suecia y la reina Silvia al frente, ha encendido las alarmas en el Parlamento. Y es que, al parecer, el presupuesto que reciben no es suficiente para mantener los palacios y organizar los eventos que tienen en puerta. Así que están buscando nuevas formas de obtener fondos.
La Casa Real Sueca ha presentado una propuesta al Parlamento sueco (Riksdag) para garantizar la financiación de sus actividades y el mantenimiento de sus espacios turísticos. La iniciativa surge ante la preocupación por la insuficiencia del presupuesto anual asignado, que para 2025 ronda los 16.5 millones de euros. Por lo que solicitaron un préstamo de 600 mil euros que se debe devolver con el nuevo presupuesto.
Los desafíos económicos de la Casa Real Sueca para cubrir sus gastos
Uno de los principales desafíos financieros que enfrenta la Casa Real es el mantenimiento de espacios turísticos como el Palacio Real y los parques Djurgården, Ulriksdal y Haga. Si bien las visitas a estos lugares generan ingresos, la dependencia exclusiva de esta fuente se considera inestable. Por ello, se propone establecer una financiación a largo plazo, que no dependa exclusivamente de los ingresos turísticos del Castillo de Estocolmo, informó el medio citado.
La situación económica de la Casa Real se ha visto agravada por la pandemia de COVID-19, que provocó una disminución drástica en el número de visitantes a sus espacios turísticos. A pesar de la recuperación gradual del turismo, los ingresos aún no han alcanzado los niveles previos a la pandemia.
Por otro lado, el Parlamento sueco evalúa financiar celebraciones reales: en 2026 por el 80º cumpleaños del rey Carlos Gustavo y sus bodas de oro con la reina Silvia, y en 2027 por el 50º cumpleaños de la princesa Victoria.
La propuesta de la Casa Real ha generado un debate en Suecia, con opiniones divididas sobre la necesidad de aumentar la financiación pública para la monarquía. Mientras algunos argumentan que existen prioridades más urgentes para el gasto público, otros defienden el papel de la monarquía en la promoción de la imagen de Suecia en el extranjero y la importancia de preservar su patrimonio cultural.
La decisión final sobre la propuesta recae en el Parlamento sueco, que deberá evaluar cuidadosamente las implicaciones financieras y políticas de la medida.