A pesar de no ser una royals preferidas por los seguidores de las diferentes coronas europeas, Camilla Parker ha sabido ganarse el elogio de varios expertos en realeza, aunque no precisamente por las mismas razones que distinguen a otras reinas como Máxima de Holanda, Letizia Ortiz o Rania de Jordania.
Aunque sea difícil de creer, la sorprendente razón por la cual la esposa del rey Carlos III ha logrado que la prensa internacional voltee a verla, tiene que ver con la moda, ya que sus decisiones de estilo y austeridad han sido llevadas al extremo, al grado de no temer en desempolvar de su armario los vestidos que la han acompañado en los días más importantes de su vida.
Diferenciándose de sus homólogas, la reina Camilla es la única representante de la monarquía que ha osado a repetir su vestido de novia, el cual utilizó por primera vez hace 19 años, un 9 de abril de 2005, al celebrar su boda privada con el primogénito de la reina Isabel II.
Camilla Parker: la única reina que ha reciclado su vestido de novia
Sin temor a ser criticada, la reina Camilla optó en 2017 por dar un nuevo aire a su vestido de novia, portandolo durante la inauguración de la Asamblea Nacional de Gales de aquel año; y más allá de despertar opiniones negativas en contra de su blanco look, más bien recibió señales de apoyo de parte de todas aquellas mujeres que ya habían perdido la esperanza de reencontrarse con el diseño que las vistió en sus nupcias.
Para elevar la segunda combinación con su vestido de bodas, Parker-Bowles se decantó por utilizar un tocado diferente, añadiendo también al outfit un collar de perlas de varias vueltas. Aunque, eso sí, cabe mencionar que dentro de este atuendo también contempló el añadido del mismo broche colocado en la solapa que llevó al decir el “sí” frente al altar con su actual esposo.
La reina Camilla también ha reutilizado su vestido de coronación
El 7 de noviembre de 2023, Camilla Parker volvió a ser noticia en el mundo de la moda, después de que atendiera a su primer evento de apertura del Parlamento luciendo el mismo vestido que utilizó el 26 de mayo de ese mismo año para su coronación como reina de Inglaterra.
Aunque, tal y como sucedió con el reciclaje de su vestido de novia, la reina consorte volvió a ser objeto de elogios, ya que diversos medios aplaudieron su practicidad, austeridad y capacidad de dar un nuevo aire incluso a aquellas piezas erróneamente consideradas como de un solo uso.