A una semana de haberse iniciado la primera visita de Estado de Federico y Mary de Dinamarca en su nuevo rol de monarcas, siguen trascendiendo detalles acerca del emblemático encuentro que la pareja real danesa sostuvo en Suecia con sus homólogos, los reyes Carlos XVI Gustavo y Silvia.
La farsa de Federico y Mary de Dinamarca de la que todos hablan
Exactamente, fue el pasado 2 de mayo cuando se llevó a cabo el esperado desembarco de los recién proclamados reyes daneses, volviéndose viral el momento exacto en el que la pareja descendió del emblemático navío Dannebrog, un yate real cuya construcción data de 1932.
Sin embargo, ahora tales imágenes comienzan a carecer de legitimidad ante muchos seguidores de la Casa Real Glücksburg, después de que saliera a la luz una publicación del diario danés ‘BT’ , en la que se asegura que el descenso de los reyes del emblemático barco se trató solo de un paripé.
El citado medio asegura que, pese a que todo el mundo fue testigo de cómo Federico y su esposa bajaban del yate, en realidad esto se trató solo de un performance, ya que el matrimonio real llegó a la capital de Suecia, Estocolmo, en avión.
Federico X y Mary Donaldson llegaron a Suecia en avión y no en barco
Contrario a lo que se había presumido desde que se anunció que Federico X y Mary Donaldson debutarían como reyes en el extranjero durante su visita a Suecia, la pareja real no viajó desde Copenhague hasta Estocolmo en barco, sino que lo hizo por aire, de acuerdo con ‘BT’.
Según el mismo reporte, Federico y Mary llegaron a Suecia el pasado 2 de mayo por la mañana para después simular ante los ojos del mundo su embarcación en el Dannebrog y después subirse a otro barco más pequeño de la familia real sueca, el Vasaordenel.
La simulación mostró cómo tras el transbordo marítimo, los royals daneses se reunieron con sus homólogos y con la pareja real heredera en el muelle del palacio. Sin embargo, ahora ha trascendido que el único propósito utilitario de una de dichas embarcaciones fue brindar hospedaje a los royals, ya que fue en el Dannebrog donde pasaron la única noche que permanecieron en Estocolmo.
Cabe destacar el escándalo que ha suponido dicho planteamiento, ya que en el anuncio de la visita de los reyes daneses a Suecia se había dado un papel protagónico al yate, precisando que sería ahí mismo donde, en el último día de la estancia real, se celebraría una recepción de devolución ofrecida por los daneses en agradecimiento a la hospitalidad a los suecos, lo cual sí sucedió pero sin dar mayor importancia al vehículo marítimo.