En los últimos ha resonado de nuevo una confesión muy particular del príncipe William sobre su hija, la princesa Charlotte, y con lo cual da cuenta de que ella se comporta como cualquier niño de su edad pese a su posición como miembro de la Familia Real Británica.
Fue a mediados de este año cuando el heredero al trono británico hizo esta revelación sobre su hija, específicamente en el marco de la celebración del Día D en Normandía, donde se conmemoró el 80 aniversario del desembarco en aquella región francesa, en honor a los héroes que lucharon en la Segunda Guerra Mundial,
¿Qué dijo el príncipe William sobre la princesa Charlotte?
Ahí, el esposo de Kate Middleton sorprendió a todos al hacer un comentario inesperado sobre la pequeña princesa y que, además, demostró ese lado humano de la realeza. Durante este acto, el royal platicó con algunos de los veteranos que participaron en el desembarco, así como con algunos de los familiares de éstos y reflexionaba sobre el sacrificio de aquellos que formaron parte de este momento que cambió el curso de la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, cuando William habló con la bisnieta del capitán Alastair Bannerman, que fue de las que participaron en el desembarco, la mujer le preguntó sobre su pequeña princesa. “Creo que iba a preguntarte dónde estaba Charlotte”, dijo. A lo que él respondió: "¡Charlotte está en la escuela!”.
Luego el príncipe de Gales se agachó para estar a la misma altura de la niña para compartirle más sobre los compromisos académicos de la princesa diciendo: “Charlotte tiene exámenes”.
Después añadió: “Sí, tiene exámenes” antes de revelar que su hija, que es alumna de la escuela Lambrook en Berkshire junto con sus hermanos, “no estaba ansiosa por hacerlo esta mañana”. Incluso, el príncipe cruzó entonces los dedos en un silencioso gesto de suerte para su hija y dijo: “Ojalá que todo haya ido bien”.
Este comentario, aparentemente sencillo, da cuenta de que Charlotte, a pesar de ser una princesa, sigue siendo una niña común con los mismos miedos que cualquier otra criatura de su edad, pues recordemos que apenas tiene 9 años.
Por último, esta curiosa confesión del príncipe William sobre su hija Charlotte es un recordatorio de que, a pesar de la majestuosidad de su título, las emociones y experiencias humanas siguen siendo universales. La Familia Real Británica, con sus momentos de alegría y asombro, demuestra que, al final del día, ser un niño es ser un niño, ya sea en el Palacio de Kensington o en cualquier hogar del mundo.