Aunque pocos expertos esperaban un manejo de crisis tan óptimo por parte de la Casa Real danesa, los rumores acerca de la supuesta infidelidad del rey Federico parecen haberse disipado por completo y ahora, tanto el monarca, como su esposa Mary, se dedican a la realización de sus labores diplomáticas manteniendo su semblante más radiante y sus gestos más unidos.
Es justo en ese marco de felicidad que los soberanos han emprendido su primera gira de verano desde que fueron proclamados reyes en enero pasado, tras la abdicación de la reina Margarita II.
Cabe recalcar que dicho viaje, de carácter diplomático, se suma a otras primeras veces que la pareja real ha acumulado a lo largo de estos meses que llevan reinando. En esta ocasión sus actos se dieron por inaugurados el pasado lunes 20 de agosto, tras su desembarque del Royal Ship Dannebrog, frente al puerto de Marstal en Ærø.
De acuerdo a lo relatado por la misma Casa Real, la pareja real navegó en un chalup hasta Paketkajen en Marstal Havn, donde el alcalde Peter Hansted, entre otros funcionarios, se encargaron de darles la bienvenida. En la recepción se escucharon nueve vítores y el Tamburkorps de la marina sueca interpretó “King Christian”. Sin embargo, más allá de esa pompa, llamó la atención la manera en la que el matrimonio logró combinar sus atuendos, los cuales fueron un match perfecto, lleno de elegancia.
La jugada “matching outfits” de Federico y Mary de Dinamarca
Todo parece indicar que la estrategia mediática de los reyes Federico X y Mary Donaldson para reforzar su unión como pareja trastoca también los límites de la moda, por lo que en un momento determinado de su gira, para su salida de Bornholm, ambos optaron por llevar un coordinado protagonizado en la parte inferior por un pantalón color caqui y una camisa clara en la parte superior.
Por su parte, las prendas de la australiana, estuvieron firmadas en su mayoría por exclusivas marcas internacionales: la camisa por Closed; y sus zapatos estilo ballet planos de cuerda y lona blanca por Prada.
Del lado de Federico, cabe recalcar su manera un poco desenfadada de llevar la camisa, desabotonada en la parte superior, un toque que, sin duda, le otorgó cercanía con los ciudadanos con los que se encontró y también terminó por rematar su vibra veraniega.
Con esto, queda comprobado cómo, a pesar de ser hombre y mujer, siempre las parejas pueden seguir la misma fórmula de moda y seguirse viendo estrechamente en sintonía, sin la necesidad de utilizar precisamente las mismas prendas. Siempre cada uno manteniendo su estilo.