Este sábado se conmemoró el Día del Recuerdo y del Centenario del Armisticio de 1918. Con ello, la Familia Real británica casi al completo se reunió para cumplir con la tradición y mostrar su respeto hacia los caídos en la Primera Guerra Mundial, ahora con más importancia que nunca, al cumplirse 100 años de su final. La familia asistió a un festival en la Royal British Legion, en el Royal Albert Hall de Londres. Llamó la atención que Meghan Markle, esposa del príncipe Harry, haya quedado desplazada del resto de féminas del clan Windsor, además de haber sido la peor para en cuestiones de estilo, según la crítica experta. No ha sido su mejor día. En festival, Meghan Markle quedó relegada a un discreto papel secundario, porque durante la ceremonia en la que la Familia Real deposita una ofrenda floral en honor a los caídos y a los sacrificios de la guerra, también le ha sucedido. En otro balcón, disfrutó de las vistas, pero no estaba sola, junto a ella se encontraba la primera dama alemana, Fran-Walter Steinmeier. En el balcón presidencial se encontraba la Reina Isabel II junto a su nuera, Camilla Parker Bowles, y la esposa de su nieto mayor, Kate Middleton. Estaba la familia real británica al completo, incluidos los duques de York y sus hijos. Pero no el duque de Edimburgo, que desde que anunciase su retirada de la actividad de representación pública de la corona, sus apariciones son anecdóticas y tan solo en los actos en los que él considera su presencia obligatoria. El negro, como marca la tradición y el protocolo, fue el color elegido por todas las mujeres que presidían el acto. Un tono riguroso y solemne tan solo roto por un ramillete de amapolas rojas, símbolo del duelo hacia las víctimas de la barbarie de la guerra.
