Kate Middleton ostenta desde el 9 de septiembre de 2022 el título de princesa de Gales, sin embargo, desde mucho antes ya se encontraba revolucionando el mundo de la realeza, gracias a su espontaneidad y disposición de romper ciertas reglas del protocolo.
La iniciativa de la princesa ha hecho que incluso se le otorguen ciertas concesiones. Por ejemplo, se dice que Kate está dispuesta a romper una tradición centenaria, ya que se le permitirá emitir órdenes reales de nombramiento, un honor que no se ha otorgado a una princesa de Gales desde 1910.
Así lo asegura la revista Marie Claire UK, la cual asegura que desde María de Teck, esposa de Jorge V y abuela de Isabel II, nadie había ostentado el poder que actualmente se le concede a Kate Middleton.
De acuerdo con el Palacio de Buckingham, el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, fue otro consorte al cual también se le concedió esta distinción.
¿Qué son las órdenes reales de nombramiento que podrá emitir Kate Middleton?
Una orden real de nombramiento se otorga como una marca de reconocimiento a personas o empresas que han suministrado regularmente bienes o servicios a la Casa Real.
En la actualidad, hay más de 800 titulares de autorizaciones reales, que representan una amplia gama de sectores del comercio y la industria, desde artesanos individuales hasta multinacionales globales, pasando por tintorerías y pescaderías, y desde maquinaria agrícola hasta software informático.
No existe ningún requisito de que la empresa en cuestión sea de propiedad británica o tenga su sede en el Reino Unido. Las empresas titulares de autorizaciones no proporcionan sus bienes o servicios de forma gratuita a las Casas Reales, y todas las transacciones se llevan a cabo sobre una base estrictamente comercial.
La concesión de una orden real no otorga al titular de la Orden más que el derecho a exhibir el Escudo Real, y no tiene derecho a reclamar ni implicar ninguna exclusividad de suministro.
¿Qué otras reglas reales ha roto Kate Middleton?
Kate ha roto en diversas ocasiones importantes reglas de la Familia Real, mostrándose completamente autónoma y moderna. Por ejemplo, ya ejerciendo su rol de princesa de Gales, Catalina optó por renunciar al Palacio de Kensington como residencia real, para optar por vivir una vida modesta en Adelaide Cottage. Esto con el fin de proteger la privacidad de sus tres hijos.
También, yendo en contra de las centenarias costumbres de la Corona, el año pasado Kate se mostró cien por ciento transparente respecto a su enfermedad, dejando atrás el secretismo que se espera de los miembros de la realeza respecto a su salud.
Por último, cabe mencionar que la princesa ha roto algunas reglas de protocolo simples, como por ejemplo, utilizar vestidos demasiado cortos o bien pintarse las uñas.
