Expertos en joyas y asuntos relacionados con la realeza revelaron que el anillo de Kate Middleton, princesa de Gales, es la joya de compromiso más costosa dentro de la Familia Real británica. La pieza con la que el príncipe William le propuso matrimonio a su esposa es el doble de cara que la sortija con la que el príncipe Harry pidió la mano de Meghan Markle.
De acuerdo con el Daily Mail, actualmente el anillo de compromiso de Catalina, futura reina de inglaterra, está valuado en más de 500.000 libras, mientras que el anillo de la duquesa de Sussex se cotiza en aproximadamente 150.000 libras.
Otros de los anillos de compromiso más valiosos de la realeza británica son el de la reina Camilla Parker, el cual se encuentra valuado en 240.000 libras; y el de la princesa Eugenia de York, el cual se cotiza en más de 100.000 libras, según el Mail.
¿Cómo es el anillo de compromiso de Kate Middleton?
El anillo de compromiso de Kate Middleton es muy especial por su vínculo con la fallecida princesa Diana de Gales, madre del príncipe William. Originalmente, este anillo fue un regalo de compromiso del entonces príncipe Carlos a Lady Di en 1981.
Esta pieza se trata de un zafiro de 12 quilates rodeado por 14 diamantes. En 2010, cuando el Príncipe William le propuso matrimonio a Kate, eligió este anillo en lugar de uno nuevo, como una forma de honrar la memoria de su madre.
Según menciona el Daily Express, William y Kate se encontraban alojados en un albergue en el lago Rutundu, en Kenia, cuando el príncipe se arrodilló en la terraza para pedirle matrimonio a su amada.
El primogénito de Carlos III sacó de su bolsillo y regaló a Kate el anillo de compromiso de la difunta princesa Diana, que el príncipe luego reveló que era una forma de mantener a su madre cerca.
¿Cómo es el anillo de compromiso de Meghan Markle?
La lujosa argolla de compromiso le fue obsequiada a la protagonista de “Suits” en noviembre de 2017, cuando el príncipe Harry decidió proponerle matrimonio. Originalmente esta joya estaba valorada en más de 140 mil libras.
El hermoso diseño de la prenda corrió a cargo del mismo príncipe Harry en colaboración de la joyería habitual de la difunta reina Isabel, Cleave & Company, y posee como elemento principal un gran diamante central de talla cojín procedente de Botswana, lugar donde Meghan y Harry pasaron tiempo juntos al principio de su relación.
El diseño también cuenta con dos piedras laterales de la colección de joyas de la difunta madre de Harry, Lady Di; todas estas piedras engastadas a una banda de oro amarillo.