Tras el fallecimiento de la reina Isabel II, el destino de su impresionante colección de joyas y vestuario generó gran expectación. La monarca, conocida por su elegancia, según la jefa de Comunicación del National Diamond Council, fue enterrada con su anillo de boda y unos pendientes de perlas, sin embargo, dejó un legado de valor incalculable.
En la categoría de Joyas de la Corona Británica están objetos sagrados y ceremoniales de incalculable valor e importante peso histórico, los cuales se guardan en la Torre de Londres. Este acervo pasa de un gobernante a otro, es decir, pertenecen al rey Carlos III, quien podrá portarlos en Ocasiones Estatales y, particularmente, durante las Regalías de la Coronación.
Por otro lado, según expertos en la realeza, Kate Middleton, princesa de Gales, heredó una parte significativa de las joyas personales de Isabel II y la mayoría de sus icónicos conjuntos de ropa. Como futura reina consorte, Middleton tuvo “la primera opción” para seleccionar las piezas más valiosas y simbólicas, así lo dio a conocer su momento el New York Post.
Camilla Parker, reina consorte, también recibió una parte considerable del guardarropa de la difunta monarca. Si bien, Kate Middleton habría obtenido obtuvo la mayor parte, Camilla habría heredado prendas y joyas destinadas a respaldar su papel constitucional como esposa del monarca, aunque se desconoce el dato oficial.
Los vestuarios de la Reina Isabel que fueron donados para exhibición
De acuerdo con el medio citado, varios de los atuendos más representativos de la reina Isabel son conservados en un fideicomiso real para su exhibición en museos. Vestidos icónicos, así como sus característicos abrigos y sombreros, fueron resguardados como parte del patrimonio histórico británico.
La experta en realeza Christine Ross señaló que la reina Isabel II organizó cuidadosamente la distribución de sus prendas y joyas antes de su fallecimiento, asegurando que cada pieza llegara a manos de los miembros de su familia más cercanos. De esta manera, su legado perdurará a través de las generaciones.
La colección de joyas de la reina Isabel II incluye piezas de gran valor histórico y sentimental, como la tiara Vladimir, el collar Nizam de Hyderabad y el broche Williamson Diamond. Muchas de estas joyas son consideradas tesoros nacionales y se espera que continúen siendo lucidas por los miembros de la familia real en ocasiones especiales.