Marta Luisa de Noruega se casara este fin de semana con el chamán estadounidense Durek Verret. Un enlace que ha estado envuelto en la polémica no solo por los escándalos de su prometido, sino por todas las consecuencias que ello le ha traído a la royal.
Sin embargo, eso no será impedimento alguno para que la princesa vuelva a contraer matrimonio el próximo 31 de agosto, en el fiordo de Geiranger, al oeste de Noruega. Un evento en el que sus tres hijas la estarán acompañando en su gran día.
¿Quiénes son las hijas de la princesa Marta Luisa?
Como ya adelantábamos desde el inicio, Marta Luisa tiene tres hijas que fueron fruto de su anterior matrimonio con Ari Behn: Maud, de 21 años, Leah, de 19, y Emma, de 15. Mientras que ellas, pese a su corta edad, han logrado forjarse su propio camino en la industria de la moda y el entretenimiento.
La mayor de ellas, Maud Angelica, nació el 29 de abril de 2003 y actualmente se dedica a las artes, así como a su carrera de influencer. Sus redes sociales ya cuentan con más de 43,000 seguidores y usa estas plataformas para dar a conocer sus obras pictóricas y creaciones artísticad
Mientras que la segunda hija de la princesa, Leah Isadora, nació el 8 de febrero de 2005 y también, a sus 19 años, es una joven influencer que brinda consejos de belleza. Además de tener su propia marca llamada Dorahbyleah, la cual vende productos de belleza. También, se sabe que prepara un programa de televisión en la que participará junto a mujeres emprendedoras.
En tanto que las más pequeña de las tres, Emma Tallulah, llegó a la vida de la princesa y de su fallecido esposo un 29 de septiembre del 2008. No obstante, a sus escasos 16 años ya se ha convertido en toda una estrella de TikTok con más de 50,000 seguidores. Además que es también una aficionada de la hípica.
Así que cómo podemos ver, las tres jóvenes han logrado forjar su futuro profesional lejos de la realeza. Un camino similar que también ha seguido su madre, ya que pese a seguir perteneciendo a la Familia Real, Marta Luisa de Noruega no puede utilizar su título principesco con fines comerciales. Además que también renunció a su derecho al trono noruego para poder casarse con su prometido plebeyo.