El anuncio de este lunes de que los duques de Sussex están esperando su primer hijo ha supuesto la excusa perfecta para que la hermanastra de la futura mamá conceda una nueva exclusiva con la que pronunciarse acerca del feliz acontecimiento que se producirá en la familia la próxima primavera, a pesar de que personalmente ella no mantenga contacto con Meghan desde hace años. La perspectiva de dar la bienvenida a un nuevo sobrinito o sobrinita parece haber ablandado el corazón de Samantha Markle, quien, por otra parte, hace varias semanas que suavizó su discurso en contra de la esposa del príncipe Harry, coincidiendo curiosamente con el viaje que organizó a Reino Unido y durante el que no llegó a ver a su hermanastra o a su cuñado. Ahora, Samantha aboga por dejar el pasado atrás y centrarse en reparar los lazos que les unieron una vez. El único reproche que dirige a la casa real británica es que en los comunicados con que se dio a conocer la feliz noticia no se mencionara en ningún momento al padre de la duquesa, Thomas Markle, y sí a su madre Doria Ragland, quien se ha convertido en el mejor y más discreto apoyo de la flamante royal desde su enlace el pasado mayo. “Espero por el bien del bebé, de la familia, del mundo y de mi padre, que no lo excluyeran del comunicado de forma intencional. Espero que lo incluyan cuando sea el momento adecuado. No me haría ninguna gracia que siguieran dándole la espalda. Sería mejor para el bebé que mi padre fuera incluido”, apuntó en unas nuevas declaraciones al diario The Sun en un tono que bordea peligrosamente la amenaza. Por otra parte, parece casi imposible que Samantha o el resto de sus familiares sean capaces de encontrar nuevas fórmulas para atacar o avergonzar públicamente a Meghan que no hayan explorado ya, en vista de que en los primeros meses de su matrimonio esta última ha tenido que lidiar con las apariciones constantes de su padre y su hermanastra en la prensa.