La relación entre Felipe VI y la reina Sofía ha sido, desde siempre, un ejemplo de unión y apoyo mutuo dentro de la Familia Real Española. Madre e hijo han compartido una conexión que trasciende las apariencias públicas, marcada por una educación estricta, momentos personales y el reconocimiento de una lealtad inquebrantable.
Prueba de este gran vínculo, el rey Felipe concederá a doña Sofía el Toisón de Oro, la más alta distinción de la Casa Real. Este reconocimiento no solo subraya la relevancia institucional de la reina emérita, sino también la admiración y gratitud personal de su hijo hacia ella.
Desde que Felipe era niño, doña Sofía desempeñó un papel central en su educación. La reina emérita se encargó personalmente de los cuidados de sus hijos, asegurándose de que el entonces príncipe de Asturias entendiera desde muy joven las responsabilidades asociadas a su posición. “No olvides que tú no eres solo tú”, solía recordarle, según relató Pilar Urbano en una entrevista.
Bajo su supervisión, Felipe no solo aprendió valores como la disciplina y el respeto, sino también el estoicismo que caracterizó la vida de su madre, forjada durante el exilio de la Familia Real Griega. Estos valores han sido fundamentales en la formación del carácter sereno y ecuánime que distingue al actual monarca.
¿Cómo es la relación entre Felipe VI y la reina Sofía?
A pesar de los desafíos familiares, Felipe VI siempre se ha mantenido cercano a su madre, especialmente en los momentos más difíciles. Según el portalVanitatis, el rey ha mostrado gran preocupación por el bienestar de doña Sofía, especialmente ahora que su hermana, la princesa Irene, no puede acompañarla como antes.
Por ello es que el monarca la visita regularmente en el Palacio de la Zarzuela y comparte con ella momentos privados, como las misas en la capilla del recinto y largas charlas madre e hijo.
La reina Sofía, el gran apoyo de Felipe VI
Además de ello, para nadie queda duda el gran apoyo que doña Sofía a Felipe ha sido constante incluso en momentos controvertidos, como la elección de Letizia Ortiz como consorte. Según testimonios, la reina emérita fue quien primero supo del amor de Felipe por la experiodista y quien defendió la relación frente a las reticencias de don Juan Carlos.
Este vínculo, que se mantiene fuerte incluso en los días actuales, quedó reflejado en la proclamación de Felipe VI en 2014. Durante el acto, el monarca agradeció públicamente el papel de su madre, quien respondió emocionada con un gesto que simboliza décadas de complicidad: un beso lanzado desde la tribuna de honor.
La relación entre Felipe VI y doña Sofía no solo es un testimonio de amor familiar, sino también de la unión de dos figuras clave en la historia de la monarquía española.