Los últimos cinco meses han sido de completa incertidumbre para la Casa Real danesa, ya que, el escándalo orquestado por las fotografías del rey Federico X con la socialité mexicana Genoveva Casanova hizo que toda la estructura del reino cambiara, haciendo, incluso, que la reina Margarita II abdicara al trono, en un intento de mantener la estabilidad de la monarquía y callar los rumores que aseguraban que Mary Donaldson estaba dispuesta a terminar su matrimonio con el heredero.
Finalmente, la estrategia de Su Majestad Margarita de Dinamarca se ejecutó con éxito, dando ante el mundo un espectáculo austero, pero inigualable: la dimisión de la última reina en activo que le quedaba a Europa y la proclamación de un joven y moderno rey, acto solemne que, además, conmovió a todo el mundo por su naturaleza romántica y su clausura con un “espontáneo” beso en el balcón entre los nuevos monarcas daneses.
Hasta ese momento, los siete días siguientes del ascenso de Federico, todo parecía idílico, hasta que se comenzaron a ver los primeros cambios en la institución tras el retiro de Margarita.
Las primeras apariciones de Federico X y Mary Donaldson como reyes
Estrenando su título como monarcas de Dinamarca, Federico y Mary hicieron su siguiente aparición pública en el Teatro Det Kongelige de Copenhague, donde sus gestos no denotaban el mismo entusiasmo romántico que el día de su proclamación.
Sin embargo, esa no fue la única señal de posible disgusto entre ellos, ya que después sorprendieron al mundo con el anuncio de que sus primeros actos como reyes serían ¡por separado!
Por su parte, Mary debutó como soberana consorte viajando a Alemania, a la gran final de Balonmano entre los equipos Dinamarca y Francia, donde, sin Federico lució una actitud fresca, agradecida y cercana con los asistentes. Mientras que su polémico esposo asistió en solitario a la sede de la OTAN donde no olvidó por completo a su esposa y la refirió en su discurso enunciado ante los empresarios presentes.
El polémico comentario de Federico de Dinamarca
Otro de los gestos que cabe destacar como sinónimo de una probable crisis entre la pareja real de Dinamarca es el comentario con el que Federico referenció a la figura de su esposa en su primer acto en solitario como rey.
“Estoy feliz de presentarme ante ustedes por primera vez como jefe de Estado. Es algo nuevo para mí”, agradeció el rey. “Principalmente con mi esposa, pero ella tenía otros compromisos hoy, así que se tendrán que conformar conmigo”, añadió el monarca, haciendo ver que tiene muy presente a su esposa, pero también la distancia entre ellos.