¿Fatalidad o imprudencia? Royals y celebridades se han accidentado en la nieve y, desgraciadamente, algunos hasta han perdido la vida
La princesa Victoria de Suecia sufrió un accidente mientras esquiaba en sus vacaciones en la nieve, en Cervinia, en los Alpes italianos, con su hija Estelle y su marido, el príncipe Daniel. Victoria fue llevada de urgencia en helicóptero a un hospital en Ginebra, donde fue atendida. Afortunadamente, fue un problema menor, ya que solo tuvo una lesión en un pie. A los pocos días, el accidentado de gravedad fue Michael Schumacher, siete veces campeón automovilístico (quien sigue en coma en un hospital de Grenoble), y a continuación nos enteramos de la caída que sufrió la canciller alemana Angela Merkel mientras esquiaba, con fractura en la pelvis y contusiones que la mantendrán muchas semanas “de baja”.
¡Una vez más los deportes en la nieve nos alertaron de sus súbitos e inesperados peligros! Los mismos que a través de los años han quitado la vida a muchos famosos, incluyendo a varios miembros de la realeza. El accidente sufrido en el 2012 por el príncipe Friso de Holanda, mientras esquiaba en un resort austríaco con su esposa, la princesa Mabel, y sus hijas Luana y Zaria, fue causado por una avalancha de nieve bajo la que quedó enterrado y no le llegó oxígeno al cerebro. El príncipe quedó en coma y su madre, la reina Beatriz, se negó a perder la esperanza de su recuperación, por lo que no fue desconectado por más de un año de los tubos que lo mantenían con vida. Finalmente falleció a los 44 años, el 12 de agosto del 2013, y fue enterrado en una villa del lago Vuursche, cerca del castillo donde la ya retirada reina pasa largas temporadas.
Friso había sido eliminado de la línea de sucesión al casarse con Mabel, quien antes de conocer al príncipe había tenido una relación amorosa con un supuesto traficante de drogas. Al ser el hijo favorito de la reina Beatriz, su muerte fue una de las razones por las que la soberana renunció al trono en favor de su hijo mayor Guillermo Alejandro y de su esposa Máxima Zorreguieta, actuales reyes de Holanda.
En las pistas de Beaver Creek, Colorado --que conocía muy bien, pues era un excelente esquiador-- murió en enero del 1989, a los 52 años, el guapo príncipe Alfonso de Borbón Dampierre, duque de Cádiz, nieto del rey Alfonso XIII y ex esposo de María del Carmen Martínez-Bordiú, la célebre nieta del general Francisco Franco. El príncipe tuvo una muerte horrible al ser degollado por un cable que no vio en su rápido descenso, que sostenía el letrero del final de la carrera FIS Alpine World Ski Championships, de la que era jurado.
FOTOGALERÍA: ACCIDENTES FATALES EN ESQUÍ
Otros royals accidentados: en 1988, el príncipe Carlos de Inglaterra, en la estación de esquí de Klosters, fue víctima de un alud de nieve. Carlos se salvó, pero su amigo Hugh Lindsay, quien lo acompañaba, murió. La princesa Carolina de Mónaco sufrió hace unos años la ruptura de ligamentos de una rodilla cuando otro esquiador chocó contra ella en las pistas de Zürs. En febrero del 2013, el príncipe Laurent de Bélgica, hermano del rey Felipe, sufrió fuertes heridas internas mientras esquiaba en Lermoos, Austria.
Un caso muy famoso fue el de la guapa actriz Natasha Richardson, quien murió inesperadamente en la nieve a los 45 años, al caerse y golpearse la cabeza mientras aprendía a esquiar sin llevar casco protector, en la zona de niños del resort canadiense de Mont-Tremblant, en Quebec. Una tragedia que conmovió al mundo, pues después del golpe, la actriz se sentía bien, sin saber que un hematoma cerebral le quitaría la vida horas más tarde. Su viudo, el actor Liam Neeson, quedó destrozado, igual que sus hijos Micheál y Daniel. ¿Lo más curioso? Que Natasha nunca había querido aprender a esquiar y cuando lo hizo, en la pista infantil, encontró la muerte.
Otro famoso que, por el contrario, estaba muy acostumbrado a esquiar desde pequeño, llamándolo “mi juego favorito”, era Michael Kennedy, uno de los hijos del senador estadounidense Robert Kennedy, quien murió en Aspen, Colorado, a los 39 años de edad, mientras jugaba fútbol con esquís sin llevar casco ni ningún equipo protector. Michael se estrelló de cabeza contra un árbol y murió el 31 de diciembre de 1997. Un accidente imprudente y mortal, como le ocurrió dos años más tarde, en 1999, a su primo hermano John Kennedy Jr., al volar de noche, sin tener mucha experiencia, en un pequeño avión privado que le costó la vida “por error del piloto”, como se dijo después. En el mismo, también murieron su esposa Carolyn Bessette y su cuñada Lauren. John Jr. también había tenido algunos accidentes en la nieve y en varias ocasiones lo vimos con muletas por las calles de Nueva York.
El 5 de enero de 1998, una semana después de la muerte de Michael Kennedy, el actor-cantante Sonny Bono (del dúo Sonny and Cher) murió a los 62 años años al estrellarse contra un árbol mientras esquiaba en el Heavenly Ski Resort, en South Lake Tahoe, California. Michel Trudeau, de 23 años, hijo de Pierre Trudeau, primer ministro de Canadá, falleció esquiando en British Columbia. La deportista canadiense Sarah Burke, medallista olímpica, perdió la vida esquiando en un entrenamiento en Utah en el 2012, a los 29 años de edad, y últimamente, la campeona de esquí Lindsey Vonn (novia del golfista Tiger Woods) ha sufrido varios accidentes en las pistas.
Algunas muertes o accidentes han ocurrido por imprudencia, como esquiar fuera de pista, hacerlo sin casco, entrar en zonas de avalanchas, no hacer caso a las advertencias, etc. Un denominador común entre algunos famosos que se sienten “inmortales” y que están por encima de todas las reglas...
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