Los nietos de Pedro II y Alejandro I de Yugoslavia han vivido en el exilio
La monarquía de Serbia fue derrocada después de la Segunda Guerra Mundial y todo su patrimonio fue confiscado por el régimen comunista; pero ahora, los descendientes de la dinastía Karaorevi buscan recuperar todo lo que les quitaron entre 1945 y 1968.
Entre los inmuebles que pretenden rescatar los nietos de Pedro II y Alejandro I de Yugoslavia están una casa y dos castillos en Montenegro, así como diversas propiedades en Eslovenia, Serbia, Bosnia y Macedonia, entre las que destacan una mina de oro, una librería, una central eléctrica, un cuartel militar y un chalé. Además de las construcciones, la familia Karaorevi busca recuperar joyas y dinero.
El augurio para la batalla legal por las propiedades en disputa no es alentador, sobre todo porque una de las tierras que se quieren recuperar está actualmente ocupada por un lujoso hotel en Budva.
Desde que fueron derrocados, la familia real serbia ha vivido en el exilio de manera muy discreta, pero desde el 2011, año en el que se promulgó una ley que les dio derecho a reclamar sus bienes, los Karaorevi han salido de las sombras para recuperar lo que en algún momento les perteneció. Incluso, se habla de que existiría la posibilidad de entregarle poder monárquico al príncipe Alejandro, el padre del príncipe Felipe, pues el grupo pro-realeza “Asociación del Reino de Serbia” cree que la monarquía constitucional podría ser una buena alternativa para la nación.
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