Meghan Markle, quien recientemente ha estado en el centro de los reflectores debido sus apariciones y las del príncipe Harry en solitario, de nuevo volvió a ser objeto de la prensa internacional, en esta ocasión debido a que uno de sus exguardaespaldas reveló cuáles serían los grandes temores de la duquesa de Sussex cuando era parte de la realeza.
Steve Davies, quien trabajó con Meghan Markle cuando se unió a la Familia Real del Reino Unido, declaró para In Touch Magazine que sentía pena por ella cuando se unió a la realeza. ¿La razón? El hombre declaró que toda la fama que obtuvo luego de ser pareja con el príncipe Harry debió haber sido muy estresante para ella.
El también exsoldado de las fuerzas especiales británicas, describió las dificultades que Meghan Markle enfrentó debido a la vigilancia constante y su falta de autonomía en las decisiones cotidianas. Según él, la presión era abrumadora, con drones y vehículos persiguiéndolos y fotógrafos siguiendo cada movimiento de la actriz de Suits desde que comenzó su relación con el príncipe Harry.
De acuerdo con la entrevista, Meghan Markle anhelaba simples actividades cotidianas, como hacer compras en una tienda de comestibles, algo que su equipo de seguridad le prohibía.
Meghan Markle es comparada con Lady Di por la presión mediática
A través de in Touch, se dijo que cuando Meghan Markle se mudó a Inglaterra, sus restricciones aumentaron, comparando su vida con estar en una “pecera”. En una entrevista de 2021 en CBS, Meghan denunció sentirse atrapada, sin poder salir de casa y con su pasaporte y llaves entregadas a los asistentes reales. Además, las situaciones de acoso de los paparazzis se volvieron comunes, y el ex guardaespaldas temía que Meghan Markle pudiera sufrir el mismo destino trágico que la princesa Diana.
Steve también señaló el impacto emocional que la situación tuvo en Meghan Markle, llevándola a tener pensamientos suicidas. La constante presión de los medios y el control de sus relaciones públicas por parte del Palacio de Buckingham la afectarán profundamente. Steve subrayó que Meghan, acostumbrada a manejar su propia imagen, no podía hacer lo mismo en este entorno tan controlado, lo que agravó su angustia.
