Pocos saben que los anillos de boda de Kate Middleton y Meghan Markle comparten un vínculo especial que se remonta a una tradición centenaria de la Familia Real Británica: ambos están elaborados con oro galés.
Este metal precioso, extraído de las minas en Gales, se ha convertido en el material elegido para las alianzas de la realeza desde 1923. Pero, ¿cuál es el origen de esta antigua tradición? Aquí te lo contamos.
¿Por qué se usó oro galés para los anillos de bodas de Kate Middleton y Meghan Markle?
La costumbre de utilizar oro galés en los anillos de boda reales comenzó con la reina madre Isabel, quien en 1923 contrajo matrimonio con el futuro rey Jorge VI. Para su alianza, se empleó oro procedente de la mina Clogau-St. David’s, ubicada en Bontddu, Gales. Una tradición que se ha mantenido a lo largo de los años, siendo adoptada por varias generaciones de la realeza.
Por ello es que siguiendo esta costumbre, tanto Kate como Meghan recibieron anillos de boda confeccionados con oro galés cuando se casaron con el príncipe William y el príncipe Harry, respectivamente.
No obstante, cabe resaltar que el oro utilizado en sus anillos proviene de reservas que la Familia Real ha mantenido durante décadas, ya que las argollas matrimoniales de Lady Di, la princesa Ana y de la misma Isabel II y su hermana, la princesa Margarita, también fueron hechas también con este metal precioso.
El oro galés, por su parte, es altamente valorado no solo por su rareza, sino también por su conexión con la identidad y el patrimonio cultural de Gales. Su uso en las joyas reales añade un valor sentimental y simbólico, representando la unión entre la monarquía y el pueblo galés. Además, la exclusividad de este material, casi agotado, ha llevado a que las piezas elaboradas con él sean altamente codiciadas y alcancen precios elevados en el mercado.
De hecho, desde la década de 1990 se creía que las reservas de oro galés de la mina Clogau-St. David’s estaban agotadas. Sin embargo, recientemente, la empresa Alba Mineral Resources anunció la extracción de nuevo oro de esta mina.
Como parte de este resurgimiento, se subastarán tres monedas de oro puro de 24 quilates, denominadas “Tyn-y-Cornel”, grabadas con un dragón galés. Esta es la primera vez en más de 25 años que se pone a la venta oro de esta procedencia, ofreciendo una oportunidad única para poseer una pieza vinculada a la historia real. Mientras que los interesados en participar en esta puja podrán entrar al sitio web de la empresa a partir del próximo 30 de marzo.
