Sabemos que varios royals son grandes aficionados al ballet y a la danza, aunque Carolina de Mónaco, uno de los máximos íconos de la moda en la realeza, convirtió este hobby en su más grande pasión, llegando incluso a ser una gran bailarina.
Por si no lo sabías, la princesa fue alumna de la Academia de Danza de Mónaco Princesa Grace, la cual fundaron sus padres Rainiero III y Kelly Grace, en el año de 1975, con el objetivo de formar a los mejores bailarines.
Cabe resaltar que en esta institución también estuvo su hermana Estefanía, sin embargo, fue Carolina quien destacó en el ballet, disciplina que practicó durante varios años y que amaba con locura.
De hecho, desde pequeña y hasta su juventud, lo practicó diligentemente, llegando a tener varias presentaciones en el ballet de la Ópera de Montecarlo. Mientras que su maestra fue Marika Besobrasova, una gran bailarina rusa que después se nacionalizó monegasca y que murió en abril de 2010.
Además, la hija del príncipe Rainiero también recibía clases de ballet dentro del Palacio Real y para sopresa de muchos, bailaba como toda una profesional.
Sin embargo, su amor por la danza y el ballet no quedó ahí porque, aunque ya no lo practica, es una de las personas del principado que más apoya la cultura y las artes escénicas.
Incluso, ellla fundó el Ballet de Montecarlo en 1985 y ha sido presidenta de la Orquesta Filarmónica de Montecarlo, así como de la Ópera de Montecarlo, la Fundación Príncipe Pierre, el Festival Primaveral de Arte, el Montecarlo Garden Club y la Fundación Princesa Grace.
Mientras que en 2005, su hermano Alberto II la condecoró con la Orden del Mérito Cultural, en grado de comandante, en reconocimiento a su aporte a las artes.
También, en una entrevista a Jean-Christophe Maillot, quien es coreógrafo y director del Ballet de Montecarlo, la compañía fundada por la hija de Grace Kelly, reconoció que Carolina siempre ha estado muy involucrada con la danza y que la apoya bastante.
“Le encanta la danza, la ama en todas sus formas. Y se preocupa mucho. Creo que es porque cuando creó esa compañía todo el mundo se rió un poco al principio, pensando, ‘oh, es solo el capricho de una princesa’. No es un capricho. Realmente lucha por ello. Y debo decir, desde hace 30 años que la conozco, siempre ha sido un verdadero apoyo”, afirmó Malliot para una entrevista a Vanity Fair.
Por último, hace unos meses, Carolina de Mónaco inauguró un estudio de ballet con su nombre, justamente en la academia en donde estudió hace ya bastantes años. Al evento acudió con su hermano Alberto y juntos, sonrientemente, hicieron el corte de listón.