Un experto real aseguró que el príncipe Harry se enamoró de Meghan Markle debido a que en realidad “odia ser príncipe” y encontró en la ex actriz una salida para librarse de las presiones del mundo real.
El duque de Sussex tiene “una gran maldición de carisma, pero detesta ser príncipe”, dijo el autor de la realeza, Andrew Morton durante el podcast sobre la realeza del diario The Mirror.
El experto agregó que, tras su renuncia a la Familia Real, Harry y Meghan estaban pensando en vivir en Nueva Zelanda, e incluso hablaron con el primer ministro neozelandés sobre ello, así que tenían todo tipo de planes y planes para su futuro. Sin embargo, tal y como se sabe ahora, ese plan nunca se puso en marcha.
“El príncipe Harry era y es un tipo natural, él y su esposa tienen carisma y no se puede negar que la gente responde a ellos de manera muy positiva cuando los conocen”, agregó el especialista.
¿Cómo se conocieron el príncipe Harry y Meghan Markle?
De acuerdo a lo plasmado por el príncipe Harry en la tercera parte de su libro, el conectó con Meghan Markle después de ver una foto suya mientras navegaba por Instagram en 2016.
Meghan y una amiga en común llamada Violet hicieron un video gracioso con un filtro de Snapchat de cara de perro, y el príncipe Harry escribió que “nunca había visto a nadie tan hermosa” cuando su cara apareció en su página de inicio, según narra él mismo.
Más tarde, Harry le pidió a Violet que le presentara a Meghan y ella compartió la cuenta secreta de Instagram de Harry con ella. Meghan le envió un mensaje primero, y conectaron de inmediato gracias a su amor compartido por África, ya que la página de Harry estaba llena de fotos del país.
La conversación, que rápidamente se convirtió en texto, comenzó el 1 de julio de 2016, el que habría sido el 55.º cumpleaños de la princesa Diana. Casualmente, Meghan estaba en Londres para ver Wimbledon y aceptó cuando Harry le preguntó si quería reunirse con ella antes de su vuelo de regreso a Canadá, después de eso sucedió su primer encuentro.
En sus explosivas memorias “Spare”, publicadas en 2023, Harry cuenta que su primer encuentro con Meghan se suscitó el 3 de julio de 2016. El hijo menor del rey Carlos III añadió que él llegó 30 minutos tarde a la cita debido al mal tráfico.
“Con las mejillas rojas, resoplando, sudoroso, con media hora de retraso, entré corriendo al restaurante, a la sala tranquila, y la encontré sentada en un pequeño rincón de un sofá bajo de terciopelo frente a una mesa baja de centro”, confesó el príncipe.
El duque de Sussex relata en sus memorias que Meghan habló con él por FaceTime esa misma noche y fijaron otra cita, quedando en verse de nuevo en Soho House la noche siguiente. Allí, la conversación continuó con naturalidad, lo que dio lugar a su primer beso y a una selfie acurrucados , que compartieron en el documental de Netflix “Harry & Meghan”.
Ambos se volvieron a encontrar más tarde ese verano para un viaje de campamento en Botswana y el resto es historia.