El 29 de marzo de 1956, un trágico accidente marcó la vida del entonces príncipe Juan Carlos de Borbón. Mientras manipulaban una pistola en su residencia familiar en Estoril, Portugal, su hermano menor, Alfonso, de 14 años, recibió un disparo fatal. Este suceso dejó una profunda huella en Juan Carlos, quien rara vez ha hablado públicamente sobre ello.
La periodista Pilar Eyre, en su libro “Yo, el Rey” y en algunos programas en línea ha relatado un emotivo episodio que revela la profundidad del dolor de Juan Carlos por la pérdida de su hermano. Según Eyre, un amigo cercano sorprendió al monarca en una ocasión, llorando mientras sostenía una fotografía de Alfonso. En ese momento de vulnerabilidad, Juan Carlos confesó que nunca había querido a nadie tanto como a su hermano menor.
Este testimonio destaca la carga emocional que Juan Carlos ha llevado durante décadas. La muerte de Alfonso no solo afectó profundamente al futuro rey, sino que también dejó una marca imborrable en toda la familia real española.
La trágica muerte de su hermano Alfonso que marcó a Juan Carlos I
La familia real española vivió uno de sus momentos más dolorosos cuando Alfonso de Borbón, el hermano menor de Juan Carlos I, falleció a causa de un disparo accidental. En ese entonces, la familia vivía en el exilio tras la instauración del franquismo en España. Alfonso, de tan solo 14 años, perdió la vida de manera instantánea tras recibir un disparo en la cabeza mientras manipulaban un arma de fuego.
Las circunstancias exactas del accidente siempre han estado rodeadas de misterio y versiones contradictorias. Según el comunicado oficial emitido en su momento, la tragedia ocurrió cuando Alfonso estaba limpiando una pistola y esta se disparó accidentalmente.
Sin embargo, otras versiones apuntan a que Juan Carlos, quien tenía 18 años, estaba presente en la escena y que fue él quien, sin intención, accionó el arma. A pesar de los rumores y el dolor, la familia optó por mantener silencio y no ahondar en los detalles del fatídico suceso.
La muerte de Alfonso dejó una marca imborrable en Juan Carlos, quien rara vez ha hablado del tema en público. Según la periodista Pilar Eyre, en una de las pocas ocasiones en las que el rey emérito recordó a su hermano, se mostró conmovido hasta las lágrimas al admitir que nunca había querido a nadie tanto como a Alfonso.
Esta tragedia no solo afectó a Juan Carlos, sino que también dejó una profunda huella en la familia real española, que prefirió guardar el duelo en privado y evitar revivir el dolor con declaraciones públicas.