Kim Kardashian, una de las mujeres más controversiales del mundo del espectáculo es conocida también por su extravagante sentido de la moda, el cual muchas veces se compone de los elementos con el toque más místico. Tal es el caso del collar que la diva lució recientemente durante la Gala de Arte y Cine LACMA 2024, llevada a cabo el pasado 2 de noviembre en el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles.
Y, aunque a simple vista la pieza pudiera haber parecido una más de las joyas de Kim, la realidad es que ese bello colguije posee detrás una historia de los más interesante, sobre todo porque su antigua dueña fue uno de los personajes más icónicos de la realeza británica: Lady Di.
Resulta que la pieza, bautizada como la “Cruz Atallah”, llegó al joyero de Kardashian a través de la subasta anual Royal and Noble de Sotheby’s, en la cual cientos de compradores estaban interesados. Sin embargo, fue la miembro del famoso clan quien logró pujar la cantidad más alta por la joya, obteniéndola por 163.800 libras esterlinas en enero de 2023, casi el doble de su precio estimado, según apunta la revista Tatler.
¿Cómo fue que Lady Di obtuvo la Cruz Atallah?
La pieza fue elaborada por la corte Garrad y originalmente perteneció a Naim Attallah, padre de Ramsay Attallah y editor y ex director ejecutivo de Asprey, una famosa joyería londinense.
Posteriormente, el dueño le prestó la cruz a Diana en varias ocasiones para combinarla con sus glamorosos atuendos. Definitivamente, el dueño debió tener consciencia de la iconicidad que cobraría la joya al ser utilizada por quien más tarde se convertiría en uno de los más grandes íconos de la moda de todos los tiempos.
Diana de Gales llevó por primera vez la Cruz Atallah en una gala benéfica en Londres, celebrada el 27 de octubre de 1987. En aquella ocasión, la princesa optó por combinar la bella joya con un vestido negro y burdeos de estilo isabelino de Catherine Walker, con un volante en el cuello alto; uno de los looks más místicos de la royal.
Antes de ser obtenido por Kim Kardashian, el collar no había sido lucido por otra mujer que no fuera Lady Di.
Kristian Spofforth, responsable de joyería de Sotheby’s Londres , afirmó ante Tatler: “Se trata de una pieza de joyería atrevida por su tamaño, color y estilo que no puede dejar de transmitir una vibrante declaración, ya sea de fe o de moda, o de ambas. Estamos encantados de que esta pieza haya encontrado una nueva vida en manos de otra marca mundialmente famosa”.