Fue el mes de febrero pasado, tras el lanzamiento de la nueva web del príncipe Harry y Meghan Markle, cuando el mundo entero pudo ser testigo de un importante cambio en la familia de los duques, el cual, sin duda, rompe con una de las tradiciones de la Familia Real británica más arraigadas.
Dicha medida tomada por la exiliada pareja se trata del cambio de apellido de sus dos hijos, quienes en el pasado se encontraban registrados como Archie y Lilibet Mountbatten-Windsor, designio que llevan los miembros de la monarquía inglesa desde hace décadas.
De acuerdo con el sitio web de la Familia Real, el apellido Mountbatten-Windsor fue declarado como el oficial para sus miembros en 1960, 13 años después de que el príncipe Felipe de Edimburgo se casara con la reina Isabel.
“El efecto de la declaración fue que todos los hijos de la reina, en las ocasiones en que necesitaran un apellido, tendrían el apellido Mountbatten-Windsor”, se lee en el sitio. “En la mayoría de los casos, los miembros de la Familia Real, que tienen el título de Alteza Real, no necesitan un apellido, pero si en algún momento alguno de ellos lo necesitara (por ejemplo, en caso de matrimonio), el apellido sería Mountbatten-Windsor”, se añade.
Sin embargo, Harry y Meghan parecen estar empeñados en demostrar su independencia, por lo que ahora sus hijos van en contra de la tradición, apellidándose “Sussex”.
¿Desde cuándo el príncipe Harry y Meghan Markle cambiaron el nombre de sus hijos?
No se tiene certeza desde cuando el príncipe Harry y Meghan Markle optaron por cambiar el nombre de Archie y Lilibet, tampoco se tiene confirmación de que lo hayan hecho, solo la presentación de los niños en la nueva web de los duques, donde se les presenta con el apellido Sussex.
Aunque, de acuerdo con lo declarado por una fuente cercana a la familia ante The Times, esta medida pudo haberse aplicado desde 2023, después de la coronación de Carlos III.
La elección de Harry y Meghan de romper con la tradición familiar, según explica al Times una fuente cercana a la pareja, “refleja el hecho de que la familia, desde la coronación del rey, tiene por primera vez el mismo apellido. Representa su unificación y es un momento de orgullo”.
Al respecto, el Palacio de Buckingham no se ha pronunciado hasta el momento y en su página web los pequeños Archie y Lilibet continúan señalándose bajo el designio de Su Alteza Real (SAR), un título que se tiene previsto que conserven en un futuro, de así decidirlo por ellos mismos.
