Como bien es sabido, la duquesa de Sussex nunca se ha mostrado con la disposición de cambiar su auténtica personalidad por exigencia de la Casa Real británica, sino todo lo contrario, ya que desde que comenzó su relación con el príncipe Harry se ha esmerado en desafiar varios de los protocolos milenarios seguidos por los royals.
Tanto en su forma de vestir o de sentarse, Meghan ha dejado en claro que jamás abandonará los principios de humildad en los que fue educada y a los cuales fue fiel aún en su etapa de estrella de Hollywood, una cuestión que ha generado polémica en más de una ocasión.
Sin embargo, entre todos esos gestos de cercanía con el pueblo demostrados por Markle se encuentra uno en particular que resulta realmente disruptivo de acuerdo a los estatutos del protocolo real, por lo que la imagen de la ex actriz ha sido puesta en jaque ante la prensa británica e internacional.
El curioso protocolo que Meghan Markle se rehúsa a seguir
La regla rota en decenas de ocasiones por la esposa del príncipe Harry se trata de la firma de autógrafos, una acción que la ahora duquesa estaba acostumbrada a realizar desde sus tiempos de gloria en las pantallas.
Este tipo de gestos con los civiles se encuentra estrictamente prohibido para los miembros de la realeza por motivos de seguridad, ya que el reparto de firmas y dedicatorias hace a los royals mucho más susceptibles a la falsificación de su caligrafía, lo cual puede desembocar en fraudes u otro tipo de problemas relacionados con el plasmado de una signatura replicada.
Por ello, royals como Kate Middleton muchas veces se han detenido a explicar a quienes se acercan ella por un autógrafo que no está autorizada para ello.
Sin embargo, la regla parece no importarle a Meghan Markle, quien cada que tiene la oportunidad de complacer a alguno de sus seguidores coge un plumón y dedica un par de trazos en nombre de quien se lo solicita, un acto que tarde o temprano podría representar un peligro para ella y para su familia, a pesar de que actualmente ya no se encuentran adscritos al reino británico.
Aunque, bien es cierto que en lugar de plasmar una fidedigna rúbrica, los royals tienen permitido acercarse a la gente y pintar sobre las superficies que les ofrecen un par de caritas felices o bien dedicatorias breves, un gesto que en varias ocasiones ha sido llevado incluso por el mismísimo rey Carlos III, a quien también se le ha acusado de incurrir en la misma falta que Meghan Markle, quien siempre procura complacer a sus fans.