Después de más de 45 años de discreción, la baronesa Sybille de Sélys Longchamps ha roto su silencio
¿Estaría esperando la examante de Alberto de Bélgica que dejara de ser oficialmente rey para escandalizar aún más a los belgas, contando toda la historia de sus casi 18 años de amor con el monarca y el nacimiento de una niña fruto de esa relación? ¡Pues así mismo es! Ahora han salido finalmente un artículo y un documental televisivo con las declaraciones de la baronesa Sybille de Sélys Longchamps, de 72 años, quien mantuvo un largo romance con el exrey, después de que lo conoció en Atenas, Grecia, en 1966. Ambos estaban casados y él era en ese momento príncipe de Lieja.
Como consecuencia del escándalo originado en el país, tanto Sybille como la supuesta hija de ambos, Delphine Boël (quien mantuvo silencio sobre la identidad de su supuesto padre hasta 1999), exigen que se le reconozca legalmente y le hagan al exmonarca pruebas de ADN. Sybille también hizo unas declaraciones a la versión belga de la revista Paris Match, explicando que esperó a que Alberto abandonara el trono de Bélgica --que ahora ocupa su hijo, elrey Felipe-- para “sacar a la luz la verdad”.
Nuestra hija se llama Delphine, del periodista Eric Goens, es el título del documental donde Sybille explica su primer encuentro con el entonces príncipe, los enfrentamientos tan dramáticos que tuvo con Paola --la esposa de Alberto y después reina de Bélgica, quien estaba indignada con lo que ocurrió durante tantos años-- y hasta el papel que desempeñó la iglesia de Bélgica para impedir que Alberto pidiera el divorcio, tal como él deseaba. ¡Todo un problema que tenía muy tristes al rey Balduino, hermano de Alberto, y a su esposa, la reina Fabiola, quienes eran muy católicos.
La baronesa cuenta que conoció a Alberto en el verano de 1966, durante una parada inesperada que tuvo que hacer el príncipe para reparar el barco en que viajaba, mientras su mujer, Paola, veraneaba en unas playas italianas, ¡donde después se supo que le había sido infiel a su marido con un guapo hombre de negocios italiano!
“Mientras nos saludábamos, ambos supimos que aquel encuentro nos había marcado. Sucedió muy rápido, pero lo sentí de inmediato. Y esto sembró la confusión en mi espíritu”. El flechazo fue mutuo, porque el príncipe retrasó su salida de Atenas varios días para quedarse con Sybille, y después de aquel encuentro, sin considerar para nada que ambos estaban casados, la pareja comenzó una relación clandestina que duró casi 18 años y estuvo cerca de provocar que Alberto se separara de Paola. Según Sybille, ella le prohibió al príncipe que lo hiciera porque “no quería destrozarle la vida y su futuro como rey de Bélgica”.
Sybille, de 24 años en ese entonces, quedó embarazada del príncipe y dio a luz a Delphine en febrero de 1968. Su marido, Jacques Boël, creía que su mujer estaba embarazada de solo seis meses, pues la baronesa había mantenido una estricta dieta para disimular su avanzado estado de gestación. “Mentí sobre la fecha del posible nacimiento, porque no quería que mi marido estuviera durante el parto”, afirma ahora Sybille.
Una de las fotos publicadas muestran a una joven Sybille con Delphine recién nacida entre sus brazos, mientras que en otra se ve a una pareja de jóvenes (presuntamente Alberto y la baronesa) paseando en compañía de una niña de 10 años. Paris Match también publicó unas fotos de la pareja navegando en un barco por Cerdeña y conversando muy relajados.
FOTOGALERÍA: 45 AÑOS DE DISCRECIÓN
Sybille es la hija del conde Michel François de Sélys Longchamps y de la condesa Pauline Cornet de Ways-Ruart. En 1962 se casó con el rico industrial Jacques Boël, 12 años mayor que ella, de quien se divorció en 1978 y continuó el romance con Alberto de Bélgica. Boël sabía que Delphine no era su hija, pues la desheredó en su testamento aun antes de que se supiera que era hija de Alberto. La baronesa ahora cuenta cómo su vida cambió cuando se hizo pública la existencia de su hija, en 1999, al salir publicada una biografía no autorizada de la reina Paola. Hacía 15 años que su relación con el monarca había llegado a su fin y, desde ese momento, Sybille fue marginada. “Perdí la amistad de muchos, especialmente de quienes esperaban algún favor del rey”, dice, y agrega que ha sufrido mucho “la discriminación” que ha experimentado su hija.
Delphine ha pedido a los tribunales un análisis de ADN para demostrar su parentesco con Alberto (la causa se reabrió el 3 de septiembre), pues siendo exrey ha perdido el privilegio de la inviolabilidad que le otorgaba la corona.
Delphine Boël es artista de medios múltiples, está casada y es madre de dos hijos, de 8 y de 4 años. Ha tenido muchos problemas para vivir sin el reconocimiento de su presunto padre. “No quiero dar la impresión de que me aprovecho de todo esto para ganar dinero o fama. Mucha gente ha dicho lo peor, pero es el momento de revelar la verdad”.
En el año 2000, Delphine llamó por teléfono al rey Alberto a palacio, para pedirle que ayudara a que los paparazzi dejaran tranquila a su madre, y el rey le respondió: “Déjeme tranquilo con esa historia. Usted no es mi hija”. Esto la hirió mucho, porque cuando cumplió 18 años de edad, su madre le había contado la verdad. Terminado el affair con Alberto, Sybille se casó con el aristocrático millonario inglés Michael-Anthony-Rathborne Cayzer, de la familia de los barones de Rotherwick of Tylney, del que enviudó en 1990, y vive en Bruselas y en la Provenza. Ahora la corte belga determinará el futuro legal de su hija Delphine.
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