Para nadie resulta un secreto que el restaurante San Lorenzo en Beauchamp resultaba uno de los lugares favoritos de Diana de Gales para acudir a comer junto a sus dos hijos, los príncipes William y Harry, con quienes la royal solía compartir agradables tardes de almuerzo en Londres.
El hermano de Lady Di, Charles el IX también solía ser uno de los clientes más frecuentes del lugar, así como varios de los hombres con quien supuestamente llegó a relacionarse románticamente la princesa, entre ellos el ex oficial de caballería James Hewitt y el ex actor James Gilbey.
Incluso, Diana resultó tan buena cliente que en algún momento entabló una amistad con la propietaria del local, Mara Berni, quien abrió su negocio en 1963 junto a su marido Lorenzo, al cual se le hace referencia en el mismo nombre del lugar. La amistad de estas dos mujeres llegó a ser tan cercana que, incluso, la difunta princesa apodó a Mara como su “Madre Confesora” , ya que ella representaba para ella una confidente de gran confianza.
¿Qué pasó con el restaurante favorito de Lady Di?
En su momento la fama del lugar había alcanzado un punto muy alto entre la sociedad londinense, sin embargo, recientemente había sido olvidado, hasta que comenzaron a surgir algunos tristes reportes sobre su invasión por parte de un grupo de hombres que se identifican como una marabunta de músicos.
De acuerdo con el reporte de la revista Tatler, el restaurante, ubicado en la lujosa región de Beauchamp Place, cerró sus puertas al comienzo de la pandemia y no volvió a abrir, lo cual a su vez provocó que el local permaneciera vacío durante cuatro años, hasta hace poco, cuando un grupo de ocupantes ilegales se mudó al edificio.
La crónica del medio citado menciona que un grupo de 15 hombres que se hacen llamar músicos y que se describen a sí mismos como un “colectivo”, se apropió de este famoso lugar que solía ser un frecuentado punto de encuentro para las celebridades de los 90 ‘s.
Al respecto, los millonarios vecinos de la zona y los trabajadores que cotidianamente se instalan en el condado de Knightsbridge se quejan de que la música “fuerte y estridente” y otros disturbios han arruinado una de las calles más solicitadas de la capital. “Es desgarrador ver cómo un famoso monumento de Londres se ha convertido en una sucia casa ocupada”, dijo a MailOnline el gerente de una clínica de belleza que está junto al edificio.
Esa es la información que se sabe hasta el momento, una serie de datos que definitivamente entristecerían a la “Princesa del pueblo”.